
Desde que comenzase su recuperación, la economía española se ha convertido en la niña bonita de los inversores internacionales. Los efectos colaterales de un crudo a la baja junto con las medidas de estímulo del Banco Central Europeo han colocado al PIB de España como uno de los más sólidos de las economías avanzadas en lo que a crecimiento se refiere. Sin embargo, en un informe de Bank of America Merrill Lynch (BofAML), sus economistas Ruben Segura-Cayuela, Chiara Angeloni y Gilles Moec ponen en duda el potencial de crecimiento a largo plazo de nuestro país.
En su análisis, estos expertos comparan las perspectivas proyectadas por los inversores sobre nuestro país y nuestros vecinos italianos. "España ha sobrepasado a Italia antes y después de la crisis", señalan los economistas de BofAML que achacan esta situación a "un boom de la inversión, flujos migratorios y un menor deterioro de la productividad. Sin embargo desde el banco advierten que "el avance competitivo quedará ensombrecido por los desarrollos demográficos", que en el caso español serán más profundos que en Italia.
"Salvo que España logre producir una burbuja de inversión como la precedente a la crisis, no creemos que logre sobrepasar el margen potencial de crecimiento con Italia por un amplio margen", concluyen Segura-Cayuela, Angeloni y Moec. En este sentido, recalcan que todo dependerá de la voluntad política del gobierno de turno para seguir implementando medidas estructurales que incrementen el crecimiento de la productividad o de un cambio en el perfil demográfico del país.

"Otro riesgo está en que la productividad de ambos países converja", indican al estimar que "Italia tiene más posibilidades de ofrecer resultados en el futuro más cercano". Al respecto, consideran que las política italiana se ha convertido en menos italiana y la política española "se asemeja más a la vieja política italiana".

La convocatoria de nuevas elecciones en España y la incertidumbre que han marcado los últimos meses hacen señalar que nuestro país "es más propicio a suspenden el desarrollo de reformas estructurales". Por el contrario, en Italia, la reforma constitucional "ha cambiado las reglas del juego", aunque todavía debe enfrentarse a un referéndum. Dicho esto desde BofAML estiman que nuestros vecinos italianos "tendrán más probabilidades de ampliar reformas estructurales a medio plazo".