
A medida que pasan los días es difícil no contemplar un escenario donde Donald Trump y Hillary Clinton no consigan los delegados necesarios para garantizarse las nominaciones de sus respectivos partidos. El díscolo multimillonario sumó el martes un total de cinco nuevas victorias en Pensilvania, Rhode Island, Delaware, Maryland y Connecticut. Por su parte, la exsecretaria de Estado se aseguró el triunfo en Pensilvania, Maryland, Delaware y Connecticut pero el senador de Vermont, Bernie Sanders, ganó en Rhode Island.
A la espera de conocer los porcentajes finales, que permitirán concoer el número de delegados que pasan a engrosar la lista de Trump, el empresario continuó distanciándose del senador republicano de Texas, Ted Cruz, y el gobernador de Ohio, John Kasich. Ambos anunciaron el pasado fin de semana un acuerdo para frenar el avance del polémico candidato, aunque en las últimas horas parece que dicho pacto no ha llegado a buen puerto. El triunfo de Trump llegó sólo una semana después de que este arrasara en las primarias de Nueva York, donde consiguió el 60,4% de los votos.
Los estados que celebraron sus primarias el martes pusieron en juego una jugosa remesa de delegados. Pensilvania contaba con un total de 71 delegados, Maryland 38, Connecticut 28, Rhode Island 19 y Delaware 16. La victoria de Trump en todos ellos supone una ventaja incalculable en la carrera por conseguir los 1.237 delegados necesarios para asegurarse la nominación en la próxima Convención Nacional Republicana que se celebrará en Cleveland, Ohio, a partir del próximo 18 de julio. Antes del recuento de estos delegados, Trump lideraba la contienda con un total de 845 delegados seguido por Cruz, con 559 y Kasich, con 148.
Aún así, el empresario podría tener que esperar hasta que los últimos estados celebren sus primarias en junio para garantizar que consigue acumular los delegados suficientes. Durante el próximo mes de mayo, los estados de Indiana, Virginia Occidental, Oregon, Nebraska y Washington irán a las urnas en sus respectivas primarias. En todos ellos, Trump lo tendrá más difícil pese a su popularidad en los estados del noreste de EEUU. Las primarias se extenderán hasta el próximo 7 de junio, cuando cinco estados, entre ellos California, uno de los más importantes, votarán para decidir qué candidato es el favorito.
Trump, quien en el momento de conocerse sus diversos triunfos asistía a una Gala organizada por la revista TIME en Nueva York, dijo a un periodista de la cadena de CBS News que una vez consiga la nominación del partido. "El partido está fracturado, pero lo vamos a unificar increiblemente rápido", aseguró. En este sentido, el multimillonario instó a sus contrincantes "a retirarse" para así "unificar el partido". "No tienen manera de llagar a la nominación, estoy a millones de votos por delante de ellos y les aventajo con cientos de delegados, deberían abandonar", reiteró al referirse a Cruz y Kasich.
Del lado demócrata, Clinton lleva la voz cantante y se acerca cada vez más a los 2.383 delegados para asegurarse la nominación del partido en la Convención Nacional Demócrata que se celebrará en Filadelfia a partir del próximo 25 de julio. Antes de conocerse sus victorias, Clinton lideraba la cuenta de delegados con un total de 1.578, a los que habría que añadir otros 519 superdelegados. Por su parte, Sanders acumula 1.232 delegados y 39 superdelegados.
Aún así, la que fuera senadora de Nueva York, no consiguió barrer en los cinco estados como hizo Trump. La candidata se aseguró victorias en Pensilvania, Connecticut, Delaware y Maryland pero pinchó en Rhode Island, un estado liberal donde Sanders se impuso ante la exprimera dama. Sin embargo, Clinton aventaja al senador de Vermont en número de delegados y también en los conocidos como superdelegados, aquellos miembros electos del partido demócrata que pueden apoyar a un candidato concreto.
"Con vuestra ayuda volveremos a Filadelfia para la Convención Nacional Democrática con el mayor número de votos y delegados", aseguró Clinton durante un acto en dicha ciudad tras haber conocido su victoria en el estado de Pensilvania. "Vamos a unificar el partido para ganar estas elecciones y construir una América donde todos podamos avanzar juntos, un Estados Unidos donde nos elevamos los unos a los otros en lugar de hundirnos entre nosotros", añadió.