
El profesor de Hacienda Pública y vicerrector de Asuntos Económicos de la Universidad de Oviedo, Santiago Álvarez, ha asegurado en Ciudad Real que la recuperación económica pasa por volver al "modelo extensivo de reforma fiscal" que estuvo vigente en España a finales de los años 1990.
Álvarez, que ha impartido hoy una conferencia en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), ha recordado que este sistema "funcionó bien" para garantizar la recuperación económica del país.
El denominado "modelo extensivo de reforma fiscal", ha indicado, combina bases imponibles altas con tipos impositivos reducidos.
Ha recordado que la crisis económica que comenzó a fraguarse en el 2007 llevó a España a un sistema totalmente contrario al que propone, con bases reducidas y tipos impositivos altos que "no garantizan la recaudación", y ha añadido que la crisis sacó a la luz "un sistema tributario con graves fallos de diseño, que explica cómo se pudo hundir la recaudación tributaria".
El economista, que ha ofrecido una visión general de las diversas reformas tributarias realizadas en España, ha dicho que precisamente la crisis económica de los últimos casi diez años ha marcado la evolución de nuestro sistema tributario.
"Desde el 2007, hemos tenido una caída brutal de los ingresos fiscales que se ha intentado compensar con una subida de los tipos impositivos, fundamentalmente del IRPF y del IVA, y recortando algunos beneficios fiscales, y ahora que estamos empezando a salir de esta situación lo que toca es reconstruir el sistema fiscal", ha sentenciado.
Asimismo, ha opinado que la revisión del sistema tributario español debe hacerse con la vista puesta en el largo plazo, pues hacerlo teniendo en cuenta las necesidades recaudatorias puntuales del momento "nos lleva a crisis cíclicas", si bien ha reconocido que "con el endeudamiento que tenía España y la crisis por la que pasaba, las urgencias mandaban".
No obstante, ha insistido en que "tipos impositivos tan altos como los que tenemos no son sostenibles dentro de una perspectiva de crecimiento, porque desincentivan el ahorro, la inversión y el consumo".