Los delegados de la troika han abandonado una vez más la capital helena, después de la finalización de una ronda más de negociaciones sin haber llegado a un acuerdo. Atenas y los representantes de los acreedores siguen sin poder salvar sus diferencias en una serie de importantes asuntos y, como resultado, las negociaciones se suspendieron de nuevo. Dado que a nivel técnico no hay avances suficientes para poder contar con un acuerdo técnico, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha comenzado una gira por Europa con el fin de reunirse con líderes internacionales para buscar apoyo en nivel político.
A pesar de las maratonianas conversaciones en Atenas entre Euclides Tsakalotos, el ministro de Finanzas griego, y los representantes del Banco Central Europeo, de la Comisión Europea, del Mecanismo de Estabilidad Financiera y del Fondo Monetario Internacional, hay ciertos asuntos en los que la aproximación de cada parte sigue siendo muy distinta y, de momento, impide conseguir un acuerdo.
Los mayores puntos de fricción son la reforma del sistema tributario y el nivel del mínimo exento, la gestión de los créditos bancarios en demora y la reducción de las pensiones auxiliares. A pesar del importante avance en otros asuntos que también ocupan gran parte de la negociación, las diferencias en estos tres frentes siguen siendo una barrera que no ha podido ser superada, pese al optimismo expresado por oficiales griegos y europeos.
Los acreedores insisten en establecer el mínimo exento en los 8.000 euros para todos, en vez de los 9.100 euros actuales, donde quiere mantenerlo el Gobierno griego. Por otro lado, la troika ve un déficit de al menos 700 millones de euros en el Fondo de Pensiones Auxiliares, una cantidad que los acreedores exigen que se cubra en su totalidad reduciendo las mismas pensiones.
Por su parte, Grecia propone cubrir esta brecha con una serie de medidas que incluirían sólo parcialmente una reducción de las pensiones auxiliares, y por otra parte una aumento de las cotizaciones, y también con el uso de bienes raíces del mismo Fondo.
Créditos bancarios
En el ámbito de los créditos bancarios en demora, que constituyen una herida abierta en las cuentas de las entidades en Grecia, la discrepancia entre las partes de la negociación se encuentra en el nivel de protección de la vivienda habitual, y también en el proceso de vender dichos créditos a fondos extranjeros. Parece que la troika se acerca a las posiciones griegas a la hora de excluir de la venta los créditos de la vivienda habitual, si estos créditos pertenecen a prestatarios económicamente vulnerables.
Por otro lado, sin embargo, la troika exige que en los paquetes de créditos en demora que se venderán a fondos extranjeros se incorporen también créditos que estén en orden, para hacer que el paquete de créditos en venta sea más atractivo para los fondos extranjeros. El Gobierno griego ha aceptado esta demanda, aunque no hace mucho que descartaba esta propuesta.
Estos son los asuntos que impiden un acuerdo entre Atenas y la troika. Cuanto más se prolonga la negociación, más se desplaza tanto el desembolso de ayudas del último rescate griego, como la conversación sobre el aligeramiento de la deuda, un asunto que Tsipras ha convertido en la piedra de toque del desarrollo de la economía.
Tras la suspensión de las negociaciones en Atenas, Tsipras arrancó una gira por Europa para reunirse con varios líderes, con el fin de buscar apoyo internacional. La primera ronda de encuentros tuvo lugar en Francia, donde el primer ministro griego se reunió con el presidente francés, François Hollande. El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz, se reunió con Tsipras el viernes pasado, en un esfuerzo de incorporar al Parlamento Europeo en el debate.