
El revuelo causado por "los papeles de Panamá" también hizo acto de presencia en las conferencias de prensa celebradas ayer en el Fondo Monetario Internacional. La institución dijo estar colaborando con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Mundial (BM) y la Organización de Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de favorecer la transparencia fiscal "lo antes posible".
"Es inaceptable que los más ricos no estén pagando sus impuestos de forma justa mediante medios legales o ilegales para evadir su fiscalización", determinó Vitor Gaspar, el director del Departamento de Asuntos Fiscales del Fondo. Un hecho que ha llevado a las instituciones a colaborar para que los países de todo el mundo puedan implementar sistemas de transparencia fiscal y financiera lo antes posible y que los contribuyentes confíen en que se está tributando lo estipulado por la ley.
El director de finanzas públicas del FMI también ha destacado que una de las "principales novedades" que arroja la filtración es que la opacidad fiscal no es un asunto inherente a un grupo de países, sino que es un tema de "dimensiones universales". Por su parte, el español José Viñas, director del Departamento de Asuntos Monetarios del Fondo, matizó que las filtraciones de los papeles de Panamá suponen un "caso paradigmático de la necesidad de transparencia" fiscal y financiera internacional, ya que muchas veces la "ilegalidad se esconde detrás de la opacidad?.
Un año de crecimiento en juego
Previamente, durante la presentación del Informe Global de Estabilidad Financiera (GFSR), Viñals advirtió que el estancamiento económico y financiero amenaza con borrar un 3,9% del crecimiento mundial hasta 2021 si no se atajan la enfermedades heredadas durante la crisis, como el lento crecimiento en las economías avanzadas, el incremento de las vulnerabilidades en los mercados emergentes y los riesgos sistémicos para la liquidez del mercado. "Esto equivale a eliminar un año de crecimiento", aclaró.
En las economías avanzadas destacan los riesgos para la banca derivados de los cambios estructurales en marcha que deprimen su rentabilidad y afectan a su modelo de negocio. Desde los préstamos en mora o el exceso de capacidad bancaria son algunos de los retos que enfrenta el sector bancario europeo, así como la creación de una unión bancaria y un sistema de garantía de depósitos común.Para los mercados emergentes, es importante poder enfrentar los vientos en contra a nivel global.
La caída de las materias primas ha desvelado las vulnerabilidades d tanto de empresas como de muchos soberanos. "Las economías emergentes enfrentan una combinación difícil de un crecimiento más lento, un endurecimiento de las condiciones de crédito y una mayor volatilidad en los flujos de capital", indicó el GFSR. En este sentido, el Fondo recalca que muchos países han enfrentado de forma sorprendente este difícil contexto.