Economía

El crecimiento británico se enquista en una decepcionante productividad

  • Reino Unido se ralentiza en vísperas del referéndum sobre una eventual ?Brexit?

Reino Unido ha tropezado con una incómoda cadena de obstáculos que amenaza su recuperación y cuestiona los ambiciosos objetivos fiscales autoimpuestos por el Gobierno. A apenas días del arranque oficial de la campaña del referéndum sobre la Unión Europea, una votación considerada de alto voltaje para la economía, la plaza que hasta hace poco presidía la lista del crecimiento de las potencias occidentales se enfrenta a una ralentización de evolución impredecible y con serias consecuencias sobre su posición entre las naciones más influyentes del planeta.

El plebiscito constituye el primer factor de riesgo, sobre todo si se consuma la temida Brexit de la que desde el Ejecutivo a los principales empresarios se han encargado de alertar. No obstante, el veredicto del 23 de junio es sólo parte del problema para un país que no sólo ha entrado ya en un período de impasse motivado por la incertidumbre sobre su futuro en la UE, sino que no ha logrado descifrar la incógnita de una testarudamente baja productividad. El Presupuesto presentado hace apenas un mes había apuntado ya su influencia sobre el crecimiento del próximo lustro, que ha sido revisado a la baja por el propio regulador de gasto del Gobierno como, consecuencia del empeoramiento de las perspectivas en materia de productividad. Los datos más recientes, correspondientes al último trimestre de 2015, no hacen más que aumentar la inquietud, puesto que se derrumbó al nivel más bajo desde 2008, precisamente el año en que estalló la crisis: un 1,2 por ciento de caída en relación a los tres meses anteriores.

Revertir la tendencia será clave para determinar si Reino Unido es capaz de cerrar un ciclo que ni siquiera el Banco de Inglaterra alcanza a comprender, es decir, si los malos datos que cerraron el año constituyen una propensión meramente temporal, o la confirmación de que existe una dolencia tan enquistada que ni siquiera la mejora en los demás indicadores sobre la salud de la economía puede resolver.

Si bien es cierto que el origen hay que buscarlo en distintas materias, desde las carencias en materia de formación, al lento crecimiento en la financiación, las asimetrías no bastan para explicar un fenómeno que amenaza seriamente el progreso del PIB y su relación directa con las hojas de balance del Estado. Los lapsos en los que su comportamiento fue positivo se han visto afectados por una decepcionante actuación que cuestiona si la productividad británica recupera los niveles pre-crisis.

Golpe para la recuperación

El país ha alcanzado el hito de registrar el mayor déficit en cuenta corriente. En los últimos tres meses de 2015 supuso el 7 por ciento del PIB del trimestre y, para el conjunto del año, el 5,2 por ciento, un porcentaje inquietante puesto que este indicador da cuenta de la salud del país en su conjunto, tanto desde un punto de vista público, como privado, e incluye un indicador clave como es la balanza comercial.

Con el añadido de que la propia pertenencia a la UE se encuentra en duda, cualquier pérdida de confianza de los mercados representa un problema, puesto que Reino Unido encontraría paulatinamente más difícil atraer la necesaria inversión que necesita para reequilibrar el déficit en su cuenta corriente. Este fantasma sobrevuela también una libra ya castigada por la incertidumbre reciente, por lo que los partidarios de mantener el statu quo han advertido de que la Brexit supondría el golpe definitivo para la recuperación.

El motor de la economía sufre un parón

Si no bastara con la ralentización del crecimiento, el motor de la economía británica, que son los servicios, sufre una desaceleración que, de continuar, se dejará notar con profundidad en un modelo que no ha logrado resolver el desequilibrio productivo. Aunque en el mes de marzo repuntó ligeramente en relación al mínimo en tres años registrado el mes anterior, la actividad continúa baja, lo que agrava más aún la decepcionante evolución de construcción e industria.

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