Economía

Receta contra el desastre: así es cómo Arabia Saudí ingresará 100.000 millones más cada año

  • Planea imponer el IVA y un impuesto a inmigrantes, pero no a las rentas
  • Quiere dar imagen de solidez a los mercados a los que pedirá prestado
Equilibrismo financiero: Arabia Saudí se enfrenta a su primera crisis fiscal de la historia. REUTERS

Arabia Saudí tiene un plan para sacudirse la dependencia del petróleo e intentar equilibrar sus finanzas públicas en el escenario de precios bajos del crudo: reducir gastos y, sobre todo, multiplicar los ingresos tributarios hasta conseguir 100.000 millones de dólares más cada año.

"Es un gran paquete de medidas que busca restructurar algunos sectores que generan ingresos", afirmaba el pasado viernes en una entrevista el príncipe heredero Mohammed bin Salman, que no explicaba más detalles de cómo se completará la reconversión que el país necesita. En la actualidad 7 de cada 10 dólares ingresados siguen procediendo del petróleo.

El camino, sin embargo, es el correcto. El pasado año la cuenta de ingresos de origen no petrolífero de la monarquía feudal ya había subido un 35% hasta 44.000 millones de dólares, y aunque no es ni de lejos suficiente para equilibrar un presupuesto hundido en el déficit (alcanzó los 100.000 millones al cerrar 2015), es un cambio remarcable en una economía que desde su nacimiento no había conocido otra cosa que no fuese un flujo constante y más que suficiente de petrodólares.

Es el momento, como ha reconocido Mohammed bin Salman, de multiplicar la cantidad que recauda el fisco de los Saud, y aunque el repertorio de medidas es variopinto, la corona no contempla por el momento introducir un impuesto sobre la renta de las personas.

Los saudíes no pagan IRPF

Para conseguir lo que en Occidente se da por hecho -que los gastos públicos se financien con cargas tributarias-, Arabia Saudí planea introducir un impuesto de valor añadido, otro (independiente del anterior) a los bienes de lujo, gravar el consumo de bebidas azucaradas e incluso un sistema que tase a los inmigrantes que residen en su territorio.

Sólo el IVA podría añadir 10.000 millones de dólares anuales al tesoro saudí, mientras que lo que el príncipe califica como "reestructuración de los subisidios" permitiría generar otros 30.000 millones en cada ejercicio.

El programa que tasaría a los inmigrantes también podría llevar aparejada una tasa a las empresas. Cada compañía tendría una cuota de extranjeros y, una vez agotado ese cupo, debería hacer frente a un cánon para poder contratar a más. Ambas medidas aportarían otros 10.000 millones a las arcas públicas, según los cálculos del programa que Arabia Saudí está todavía perfilando.

La privatización de activos (apenas un 5% de Saudi Aramco) ayudará a cuadrar las cuentas, pero la introducción de un impuesto a la renta de personas o sociedades parece estar por el momento fuera de la mesa, así que el resto de la política presupuestaria de la monarquía tendrá que venir por el lado del recorte de gastos y, de forma inmediata, de un incremento de la deuda hasta el 35% del PIB en 2020. Todo un cambio respecto a la situación anterior a la crisis de precios en el mercado petrolífero, cuando la posición deudora apenas llegaba al 2% del tamaño de su economía.

Imagen de solidez

Arabia planea lanzar una emisión de bonos denominada en dólares en el mes de septiembre -será la primera de toda su historia-, y ya está cerrando los detalles necesarios con varias entidades para acordar un crédito de 10.000 millones de dólares.

"Estamos haciendo todo esto no porque necesitemos el dinero ahora mismo, sino porque queremos prepararnos para el futuro y asegurarnos de que cuando realmente salgamos al mercado, que será cuando realmente necesitemos el dinero, los inversores ya nos conocen", asegura el príncipe heredero.

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