Economía

El acuerdo de Canon con Toshiba no es una venta en apuros

Una empresa golpeada por el escándalo y desesperada por lograr fondos de manera rápida no suele tener gran capacidad de negociación. Aun así, la venta que ha hecho Toshiba de su negocio de equipamiento médico por 5.900 millones de dólares a su rival japonesa Canon es cualquier cosa menos una venta en apuros.

El elevado precio sugiere que el deseo del comprador de diversificarse más allá de cámaras e impresoras es casi tan urgente como la necesidad del vendedor para sellar un acuerdo rápido.

La decisión de desinvertir en una de sus filiales más rentables es un indicador de la situación de Toshiba, que trata de recuperarse de un escándalo contable de 1.300 millones de dólares el año pasado. El deseo de la compañía de completar la venta antes del cierre de su año fiscal a finales de marzo añadió más presión. Sin embargo, el proceso de venta atrajo a numerosos candidatos, entre ellos Fujifilm y Konica Minolta.

Canon parece haber cerrado la operación con una estructura mediante la que el negocio, que fabrica equipamiento médico básico como máquinas de ultrasonido, se transfiere a un vehículo de propósito especial (una sociedad constituida ad hoc para llevar a cabo la operación).

Esto permitió a Toshiba anotarse los ingresos de inmediato, a pesar de que Canon no tomará posesión hasta que los reguladores den el visto bueno.

La mayor adquisición

La compañía dirigida por Fujio Mitarai también está pagando por la adquisición más grande que haya realizado nunca. El precio valora Toshiba Medical Systems en 42 veces sus ganancias del año pasado, más del doble de los múltiplos de la propia Canon. La compra transformará el negocio médico de Canon, relativamente pequeño, que fabrica máquinas de rayos X y equipos de examen de ojos. Dada la falta de solapamientos, el ahorro de costes probablemente sea limitado.

Sin embargo, Canon necesita encontrar crecimiento. Los teléfonos inteligentes han arruinado la demanda de sus cámaras, mientras que los cada vez más ubicuos dispositivos digitales están haciendo sufrir a sus impresoras y fotocopiadoras. La última fase de su "plan excelente de la corporación global" requiere que la compañía, valorada en 40.000 millones, eleve las ventas anuales en casi un tercio, hasta los 5 billones de yenes (45.000 millones de dólares) en 2020. El incremento tendrá que venir de nuevos negocios como cámaras de seguridad, principal motivo de la adquisición el año pasado por 2.700 millones de dólares de la sueca Axis.

Con cerca de 6.000 millones de dólares de caja neta en su balance antes del último acuerdo, Canon tiene mucho músculo financiero. Que se convierta en el eventual beneficiario del proceso de adelgazamiento de Toshiba dependerá de los resultados futuros.

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