Economía

Moody's alerta sobre los riesgos políticos y la pérdida de impulso en las reformas de la Eurozona

La agencia de calificación Moody's no tiene previsto realizar grandes cambios en sus notas a los soberanos de la Eurozona, que permanecerán estables en el conjunto de 2016 y 2017. Sin embargo, sus analistas advierten que los esfuerzos reformistas, tanto en materia de consolidación fiscal como en el aspecto estructural, así como la inestabilidad política en ciernes suponen un fórmula perfecta para macerar los riesgos a largo plazo.

Según explicaba la entidad, la calidad del crédito de los países soberanos europeos está respaldado por un crecimiento económico moderado y la estabilización de los ratios de deuda con respecto al PIB. En estos momentos, el principal riesgo que haría descarrilar esta entente cordiale no se cuece dentro de la propia Europa sino en el exterior. La posibilidad de que la expansión china tropiece de manera brusca este año ejercería un efecto contagio que se dejaría notar en el Viejo Continente. Aún así, este no es el escenario base con el que trabajan en Moody's.

"Esperamos que el crecimiento de la eurozona se sitúe en el 1,5% en 2016", explica Thorsten Nestmann, autor del informe y vicepresidente de Moody's. "Aunque esta tasa es baja comparada con los estándares históricos, apoyará los perfiles crediticios de los soberanos europeos a lo largo del año", añade. Nestmann advierte que no existen demasiados factores que indiquen una mejora al alza para los ratings europeos y, por el contrario, "comenzamos a ver nubarrones en el horizonte".

En este sentido, Moody's ya ha tomado determinaciones ante el deterioro fiscal en ciernes, rebajando hasta perspectiva negativa las notas de países triple A como Finlandia y Austria o situando a Francia en un nivel Aa2 con perspectiva estable. Precisamente, también rebajó recientemente a perspectiva estable sus proyecciones sobre España, que mantiene su nota Baa2, pero donde tanto la consolidación fiscal como las reformas estructurales comienzan a registrar cierto debilitamiento.

De hecho, España junto a Irlanda, Luxemburgo, Malta, Eslovenia y Grecia, es uno de los países donde la expansión del PIB será menor a la registrada en 2015. Aún así, desde Moody´s esperan que nuestro país crezca un 2,8% en 2016, por encima del 1,8% de Alemania o el 1,2% proyectado para Italia. En términos de los factores que impulsarán estos avances se mencionan, entre otros, el incremento de la demanda interna, la subida de las inversiones y la debilidad del euro, consecuencia de las políticas monetarias adoptadas por el Banco Central Europeo.

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