
China puede cumplir sus objetivos económicos de 2016, para el que el Gobierno se ha propuesto crecer entre un 6,5 y un 7 %, sin recurrir a estímulos monetarios, ha dicho el gobernador del Banco Popular de China (central), Zhou Xiaochuan.
"No hay en la actualidad necesidad de estímulos en la política monetaria", afirmó el responsable del ente emisor chino en su principal rueda de prensa del año, en la que añadió que el banco central tiene margen para flexibilizar sus medidas si hubiera cambios en los mercados internacionales.
Los objetivos económicos de China, señaló Zhou, son previsiones que se basan en la trayectoria previa del país y en su potencial de crecimiento.
El gobernador de la autoridad monetaria china confió en que el gigante asiático cumpla sus objetivos mejorando el mercado doméstico, aumentando el consumo, eliminando la capacidad de producción industrial "obsoleta" y a través de la innovación, pero sin grandes estímulos.
"Mantendremos la política monetaria prudente, dado que en el futuro no habrá grandes turbulencias en el mercado financiero o en la economía", avanzó Zhou.
"Si hay grandes estallidos o cambios en los mercados internacionales, todavía tenemos espacio para la flexibilidad en lo que se refiere a la política monetaria para alcanzar la demanda", explicó el gobernador del banco central chino.
Zhou recordó que la economía china depende ahora más de su mercado interno y que la aportación de las exportaciones al crecimiento del país es menor que en el pasado.
El gobernador del banco central chino y uno de los vicegobernadores de la entidad, Yi Gang, defendieron en la rueda de prensa que los objetivos anunciados el pasado día 5 por el Gobierno se ajustan al potencial de la segunda economía mundial.
"Podemos cumplir este objetivo de crecimiento económico", aseguró Yi.
Tranquilidad en el tipo de cambio del yuan
Por otra parte, Xiaochuan pronosticó que el tipo de cambio del yuan mantendrá la "tranquilidad" que ha mostrado en febrero, para ahuyentar los temores a una devaluación de la moneda china.
"Ahora mismo, el pánico se ha ido apagando y, sin ninguna emergencia, este tiempo de tranquilidad continuará", dijo Zhou, en su rueda de prensa anual en los márgenes al pleno de la asamblea legislativa china que se celebra desde el pasado día 5 en Pekín.
El responsable de la autoridad monetaria de la segunda economía mundial confió en que cese la actividad especulativa contra la divisa china y rechazó una depreciación de la moneda para incentivar las exportaciones, tras la caída del comercio exterior del mes pasado.
Las exportaciones chinas se hundieron un 20,6 % interanual en febrero, su mayor caída desde 2006, según datos publicados esta semana.
El responsable del emisor reconoció que esta cifra "no es un buen signo", pero lo atribuyó a la caída del precio de las materias primas que ha reducido el valor de las exportaciones y recordó que en 2015 el comercio exterior chino bajó en valor, pero creció en volumen.
"Si los precios se han movido radicalmente, no tenemos que estar muy preocupados por eso y no tenemos que recurrir a medidas en el tipo de cambio para entrar en el mercado", declaró Zhou.
Para el gobernador del banco central, los productos hechos por las empresas chinas tienen una "competitividad bastante buena" y no necesitan ayudas cambiarias para incrementarla, puesto que esto, abundó, perjudicaría a las importaciones.
El Banco Popular de China, manifestó Zhou, mantendrá su "política monetaria prudente" y buscará "un nivel de liquidez moderado".
El gobernador del banco central chino afirmó que el yuan ha experimentado fluctuaciones en los últimos meses por el "miedo" a las presiones bajistas que afronta la segunda economía mundial, en proceso de desaceleración, y por las turbulencias en las bolsas del país desde el pasado verano.
"No creo que haya prisa por comprar dólares. A veces hay fluctuaciones en el mercado y circulan rumores que hacen que la gente tome decisiones", explicó Zhou.
Además, añadió Zhou, los diferentes rumbos en las políticas monetarias de las principales economías del mundo "contribuyó a la agitación y a crear algo de pánico en el mercado financiero".
Mientras Japón y la Unión Europea están adoptando cada vez más estímulos monetarios, como los anunciados por el Banco Central Europeo esta semana o la adopción de tipos de interés negativos por parte del regulador nipón en enero, la Reserva Federal de Estados Unidos fue en sentido contrario con su subida de tipos en diciembre.
"No puedo predecir si este tipo de pánico disminuirá pronto", matizó el gobernador del banco central chino, que confió en que los inversores "vuelvan al análisis más fundamental de la economía" y se alejen de los temores a corto plazo.