Economía

¿Habrá que guardar el dinero bajo el colchón? Posibles consecuencias de los tipos negativos

  • Los ahorradores podrían decidir comprar oro o guardar su dinero en casa

Algunos bancos centrales, como el BCE o el Banco de Japón, están apostando por los tipos negativos sobre depósitos como herramienta para lograr el objetivo de inflación. Con este instrumento se penaliza el exceso de reservas de los bancos y el dinero que aparcan en la facilidad de depósito, de modo que podría 'obligar' a las entidades a mover ese dinero para dar créditos o cualquier otro movimiento. Sin embargo varios expertos y firmas financieras han alertado de los peligros que conllevan los tipos negativos, no sólo para los bancos que las sufren, también para los ahorradores.

Rick Rieder, jefe de inversión de renta fija en BlackRock, muestra algunos argumentos en contra de esta medida. El más llamativo tiene que ver con las decisiones de los ahorradores, que podrían decidir meter su dinero debajo del colchón en lugar de mantener el dinero en unos depósitos que otorgan una rentabilidad nula. 

Este experto cree que si los bancos centrales siguen penalizando el exceso de reservas de los bancos, estas entidades podrían empezar a 'rechazar' los depósitos de los ahorradores. Los bancos empezarán a ofrecer rentabilidades cero e incluso negativas a los ahorradores, por lo que estos pueden decidir "mantener su riqueza en activos como el oro o guardar el dinero en efectivo bajo su colchón. Esta situación de protección y de búsqueda de seguridad podría fomentar la creación de mercados negros y comportamientos ilícitos", explica el experto de BlackRock. 

¿Hay demanda de crédito?

Y es que los bancos centrales pueden estar cometiendo un error garrafal. Mediante los tipos negativos están buscando que las entidades financieras cojan el dinero que mantienen en reservas y lo presten, pero quizá el problema no sea que los bancos no quieran dar crédito, sino que la demanda de préstamos hoy no es la misma que había antes de la crisis. 

"Este 'robo' extremo y excesivo que se va a cargar sobre el ahorro y que 'coge' el dinero de los ahorradores no quiere decir que vaya a haber una mejora en en la demanda de los prestatarios (agentes que demandan crédito). De hecho, empresas y consumidores podrían reducir su propensión a consumir en estos tiempos inciertos", sentencia Rieder. 

Es complicado mantener la demanda de crédito en algunas economías desarrolladas. "El envejecimiento de la población reduce el crecimiento potencial de las economías, sobre todo de las desarrolladas. En muchos países y regiones, incluidas Japón, Europa y cada vez más China, la elevada edad media de la población está restando más que sumando a la economía".

¿Cuál es la solución?

Para acabar con esta situación de estancamiento, Rieder cree que "se necesitan las políticas fiscales para hacer frente a los retos estructurales que enfrenta la economía, incluidos los problemas que han dejado a trabajadores sin las habilidades necesarias para este entorno dominado por las tecnologías".

Pero sobre todo, después de siete años de crisis financiera, "creo que los mercados financieros y las economías necesitan una oportunidad para reequilibrarse sin estímulos. Si los bancos centrales continúan desplegando políticas monetarias no convencionales, lo más probable es que se haga más mal que bien".

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