Economía

Italia toma la delantera europea para estrechar lazos con la nueva Argentina

  • Italia multiplica esfuerzos en el exterior, ante el deterioro del mercado interno
El primer ministro italiano, Matteo Renzi. | Reuters

El frenazo de la recuperación italiana desbarata los planes del Gobierno de Matteo Renzi, que en los últimos dos años ha recortado impuestos y dejado subir el déficit con tal de estimular el consumo interno. En el último trimestre de 2015 el PIB trasalpino creció tan solo un 1% con respecto al trimestre anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (Istat).

La culpa, explicó Istat, es de la demanda interna, mientras las exportaciones van viento en popa: en diciembre la balanza comercial italiana consiguió un superávit de unos 6.000 millones, y 45.000 millones en el conjunto de 2015. A la espera de que el mercado interno se recupere, al Gobierno de Roma no le queda más remedio que multiplicar los esfuerzos para fortalecer las relaciones comerciales con el exterior.

Por segunda vez en menos de seis meses, Renzi viaja a América Latina. La semana pasada visitó Argentina, adelantándose a su homólogo francés François Hollande y siendo el primer presidente de Gobierno europeo en visitar al nuevo mandatario argentino, Mauricio Macri.

La visita, que se celebró el lunes y martes pasados, empezó haciendo gala de la cercanía cultural entre los dos países. Argentina e Italia "comparten un gran valor, son dos naciones cercanas, es más, podemos ser primos con los franceses pero con Argentina hablaría de hermanos. Verán en los próximos meses cuántas visitas, encuentros, delegaciones...", dijo Renzi antes de cenar en la residencia particular del presidente argentino, cuyo abuelo dejó Italia en 1949 para poner en el país latinoamericano los fundamentos de lo que décadas después se ha convertido en un imperio empresarial.

Interés económico de Roma

"No sé si hay un país donde tengamos semejante nivel de vínculos. En Argentina cuesta encontrar a un ciudadano que no tenga algún abuelo, bisabuelo o padre italiano", añadió Macri. El discurso de la comunidad de valores entre italianos y argentinos, sin embargo, no pudo ocultar el interés económico de Roma, sobre todo de cara a las oportunidades ofrecidas por la nueva Presidencia, mucho más atenta a las inversiones internacionales.

En más de una ocasión, durante una visita que incluyó varios encuentros con empresarios, Renzi destacó el "potencial" de Argentina, nación que cuenta con ?una economía entre las más ricas del mundo, por sus materias primas y su territorio, pero también por la inteligencia y la calidad de sus ciudadanos?.

"Las inversiones extranjeras directas pasaron de 12.000 millones de euros en 2013 a 72.000 millones el año pasado", subrayó el primer ministro italiano, indicando que Italia quiere hacer su parte: según los datos de la aseguradora italiana de exportaciones Sace, el país trasalpino es de momento el tercer socio comercial de Argentina, por detrás de Alemania y España.

Las exportaciones italianas cayeron en 2014 un 5%, hasta los 1.000 millones de euros, mientras en los primeros 10 meses de 2015 se contrajeron un 1,3%. Ahora Renzi quiere cambiar de rumbo: según Sace (controlada por el banco postal público CDP, es decir, por el Gobierno de Roma), en 2018 las ventas trasalpinas podrían llegar a 1.170 millones de euros, con un crecimiento del 13% en 4 años.

La aseguradora pública italiana confía en que el PIB argentino vuelva a crecer en 2016, con un progreso estimado del 0,7%, impulsado por el previsto aumento de las inversiones extranjeras. Símbolo de la nueva etapa de las relaciones bilaterales entre Roma y Buenos Aires es también el preacuerdo anunciado por el nuevo Gobierno argentino a principios de mes con los bonistas italianos, por una deuda de 900 millones de dólares en bonos en default.

Recuperar el tiempo perdido

"Perdonen si llego con 18 años de retraso en los cuales el Gobierno italiano no vino aquí con un primer ministro. Y perdonen también si llego media hora tarde sobre la hora prevista", bromeó Matteo Renzi, ante los estudiantes de la escuela italiana Cristoforo Colombo de Buenos Aires.

En realidad, el primer ministro italiano no sólo se ha adelantado a la delegación francesa que llegará a Buenos Aires a final de mes, sino también trabajará durante los próximos meses para recuperar el tiempo perdido durante dos décadas.

Mientras los consejeros delegados de grandes grupos de control público, como la eléctrica Enel y la compañía de defensa Finmeccanica, acompañaron Renzi en la visita oficial de la semana pasada, para el mes de junio Italia prepara otra misión a Buenos Aires con un grupo de 300 pymes interesadas en las oportunidades ofrecidas por la nueva etapa de la economía argentina.

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