
España volvió a incumplir en 2015 el objetivo de déficit exigido por Bruselas, al superar en tres décimas el tope pactado con sus socios, del 4,2% del PIB. El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, anunció ayer que el agujero de las cuentas públicas alcanzó el año pasado el 4,5%. Nuestro país ya había recibido varios toques de atención por parte de la Comisión Europea a este respecto, al entender las autoridades comunitarias que España debe ajustarse aún más el cinturón. El último aviso llegó a comienzos de este mes cuando, en la presentación de sus previsiones económicas, Bruselas reclamó a España un ajuste adicional de 8.000 millones de euros en las cuentas de este año.
Rajoy quiso poner en valor el esfuerzo de contención realizado a lo largo de la última legislatura, en la que nuestro país redujo su desfase del 9,1 a ese 4,5%, tras realizar, según remarcó "un gran esfuerzo". Ese porcentaje deberá ser aún revisado y desglosado por administraciones. Será entonces cuando comprobemos si, como ya sucedió en 2014, el principal desvío procede del ámbito de las comunidades autónomas.
Ojo a las autonomías
Este dato será especialmente significativo si tenemos en cuenta que el año pasado se celebraron elecciones municipales y autonómicas y algunos organismos advertían de que su impacto en las cuentas públicas sería negativo. En 2014, 13 de los 17 gobiernos regionales excedieron el tope de déficit previsto, del 1%. Lo llamativo es que, ni tan siquiera el superávit logrado por las entidades locales (del 0,53%) logró compensar ese saldo negativo. Para el año pasado, el objetivo de déficit, que vuelve a ser común para todas las autonomías, se había establecido en el 0,7% del PIB.
La Comisión Europea no fue la única que pidió al Gobierno un especial seguimiento de las cuentas territoriales. Así, organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ya dejaron claro que las Administraciones estaban obligadas a cumplir de forma estricta sus presupuestos si querían lograrlo. Más aún, su presidente, José Luis Escrivá llegó a tachar de "muy exigente" el objetivo global de déficit del 4,2% para el conjunto del país y ya alertó de que el riesgo de incumplimiento era elevado.
En un mensaje claro a sus socios europeos, Rajoy aseguró que la Comisión Europea actúa con flexibilidad e inteligencia con quienes están comprometidos con la reducción del déficit, como nuestro país. De acuerdo con su anuncio, España habría recortado su desequilibrio presupuestario en 1,19 puntos, el año pasado, desde el 5,69% al que cerró en 2014. Entonces, sí cumplimos las exigencias comunitarias, pero no el tope del 5,5 que se había autoimpuesto el Ejecutivo.