Santa Cruz de Tenerife, 21 sep (EFECOM).- El mercado indio ofrece grandes oportunidades para los exportadores y los inversores españoles a medio y largo plazo, tanto por su tamaño como por su potencial de crecimiento, pero es preciso "acudir cuanto antes para posicionarse", según el Instituto de Comercio Exterior (Icex).
Ruth Abad, agregada comercial de España en Nueva Delhi, ofreció hoy una conferencia sobre el mercado indio en la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife y recomendó a los empresarios que no lleguen tarde a "un mercado floreciente" en el que la presencia española se limita de momento a cincuenta empresas, sobre todo del sector industrial.
La pujanza creciente de una clase media de 250 millones de personas que adopta pautas de consumo occidentales y cada vez más abierta al exterior es el principal atractivo de un mercado en el que se venden cinco millones de teléfonos móviles al mes, según citó Ruth Abad como ejemplo de su tamaño.
Los inversores extranjeros cuentan con la ventaja de una mano de obra con buena formación en sectores competitivos, como las tecnologías de la información o la biotecnología.
También es una ventaja que la India es un país democrático, con seguridad jurídica, en el que no existen barreras idiomáticas como en otras partes de Asia, debido al conocimiento extendido del inglés.
Pero la India cuenta con otro tipo de barreras tanto para las exportaciones a su mercado como a las inversiones directas, entre ellas las arancelarias, pero también las burocráticas y la legislación restrictiva, explicó la especialista.
Otros inconvenientes son la lentitud en las políticas liberalizadoras, tanto comerciales como laborales, y las precarias infraestructuras, lo que hace que el desarrollo potencial de la India para alcanzar los niveles de industrialización de China se sitúe por los expertos en un plazo de unos quince años.
Por eso, indicó Ruth Abad, los inversores y empresarios españoles deben plantearse metas a medio y largo plazo, no beneficios inmediatos, y empezar a situarse en sectores con amplio potencial.
Entre ellos citó la construcción, las tecnologías de la información, la automoción, la biotecnología, el sector sanitario, la distribución minorista, las infraestructuras, la minería, el sector financiero, el turismo, el procesado de alimentos y la energía.
El campo del turismo tiene especial futuro, porque la India, un país que supera los mil millones de habitantes, sólo recibe 2,5 millones de visitantes anuales, entre otras razones por la dualidad de la oferta hotelera, con establecimientos de lujo y de bajo nivel, pero escasez de hoteles de tipo medio.
En el país sigue habiendo un peso importante del sector agrario (22 por ciento del PIB), una importancia moderada de la industria (27 por ciento) y una amplia presencia del sector servicios (51 por ciento).
La relación comercial de España es deficitaria con la India, ya que se compra del país asiático por valor de 1.500 millones de euros anuales y se exporta por 563 millones, aunque las tasas de crecimiento de esas ventas alcanzan el 40 por ciento.
España exporta sobre todo materias primas, productos industriales y bienes de equipo (92 por ciento), y en menor medida bienes de consumo (7 por ciento) y productos agroalimentarios (2 por ciento).
En cuanto a las inversiones directas españolas, entre 1996 y 2005 han alcanzado un total de 87 millones de euros, y se han instalado en India 50 empresas, la mayoría pymes industriales y de manufacturas.
Las perspectivas para la inversión extranjera son buenas, porque el déficit fiscal de la India hace necesaria la afluencia de capital extranjero para financiar las infraestructuras que mantengan el desarrollo del país, indicó la agregada comercial. EFECOM
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