Economía

El mundo 'descubre' un océano de un billón de dólares en el Polo Norte

  • El Ártico abre al tráfico gracias al calentamiento global

Como máximo responsable de inversiones en Guggenheim Partners, Scott Minerd pensaba que tenía una visión realista y precisa de los desafíos que plantea el cambio climático, hasta que se encontró con el secretario de Estado de EEUU, George Shultz.

Minerd recuerda cómo Shultz le dijo: "Scott, imagina que mañana por la mañana te despertases y los titulares de los periódicos dijesen... El mundo ha descubierto un nuevo océano". Según Schultz, ese sería uno de los sucesos más importantes desde el final de la Edad de Hielo, hace unos 12.000 años.

Anteriormente ocupado casi siempre por agua congelada, el océano que cubre el Polo Norte ofrece incontables oportunidades que van desde rutas comerciales más cortas, a la explotación de los recursos energéticos, de sus pesquerías, así como la exploración científica y militar.

En los meses de verano, los buques entre Corea y Nueva York pueden utilizar una ruta de 5.000 km de longitud bordeando Norteamérica por su extremo septentrional, en lugar de cruzarlo por el canal de Panamá (en un servicio de 12.000 km de longitud).

Básándose en los errores pasados a la hora de abrir al mercado nuevos territorios, los líderes reunidos en Davos han encargado a Minerd -antes trabajó en Credit Suisse y Morgan Stanley- la tarea de crear una especie de manual para explotar este océano: el Protocolo de Inversiones en el Ártico.

Las recomendaciones de esta especie de biblia para conquistadores del siglo XXI recoge recomendaciones como unirse a las comunidades indígenas de esquimales y tratarlos como socios comerciales, proteger los ecosistemas (sic) y evitar que se desarrolle la corrupción al mismo tiempo que se fomenta la colaboración entre las naciones firmantes.

Está así la rúbrica de Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia, Suecia y Estados Unidos. Tanto consenso es el fruto de unas expectativas de negocio que ascienden a 200.000 millones de dólares sólo en materia energética, y otros 80 en minería, y a ellos se suma un largo listado de sectores -como el transporte- hasta sumar un billón de dólares, que saldrán de las tripas de un océano hasta ahora reservado a la vida salvaje.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky