
Con una mesa llena de crisis y desafíos, la Comisión Europea espera que España resuelva las dificultades para formar Gobierno "tan rápido como sea posible". Así lo dejó claro el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, en su primera rueda de prensa del año que reconoció que se avecina difícil. Las amenazas para la integración que han crecido desde diversos frentes (euro, Schengen, refugiados, fronteras exteriores, populismo, referéndum británico) se entrelazarán peligrosamente este año. "Pero no me resigno", clamó ayer a los periodistas.
"Schengen es uno de nuestros mayores logros: el euro y la libertad de movimiento están entrelazadas", reiteró el luxemburgués, como en ocasiones anteriores, añadiendo esta vez que si se quiere terminar con Schengen "también se acabará con el mercado interior".
Ante un discurso plagado de preocupaciones, riesgos y amarguras, Juncker evitó meterse en el lodazal de la política española. Al ser preguntado sobre si la situación española y el desafío de independencia catalán le preocupaba y cuáles serían sus recomendaciones, el presidente de la Comisión bromeó que si da consejos públicos nadie los escucha.
Pero tras la prudencia de los últimos días, en los que se limitó a señalar que espera un "Gobierno estable", ayer urgió a los partidos españoles a que consigan tal solución "tan rápido como sea posible". Y aunque dejó claro que no tiene intención de "interferir o decir algo sobre los movimientos de ciertas regiones", dijo que espera que España "este a la altura", en unas palabras que se interpretaron referidas tanto a la formación de Gobierno como a la situación en Cataluña.
En un lienzo con tanta negritud para este año, Juncker al menos se mostró seguro de que habría un acuerdo con el Reino Unido en febrero que facilitará un voto a favor de la permanencia de los británicos en la UE.
Frente a los baches políticos, las turbulencias económicas continuarán. No sólo porque Grecia puede dar más sustos, una vez los socios de la eurozona se pongan a analizar las primeras reformas helenas del nuevo programa a partir de la semana que viene. También porque la complicada situación política en Portugal y España puede estallar.
Acuerdo del PP, PSOE y C?s
El propio ministro de Economía y Competitividad español, Luis de Guindos, reconoció ayer en Bruselas tras la reunión del Ecofin que "somos muy vulnerables" debido a todas las emisiones del Tesoro que tiene por delante España para cumplir las obligaciones financieras que impone tener un cien por cien de deuda pública. Por eso, Guindos subrayó que es "muy importante" mantener la confianza de los inversores. Para blindar esta confianza abogó por un acuerdo entre PP, PSOE y Ciudadanos.
A pesar de esta complicada situación a causa del elevado endeudamiento público, Guindos se felicitó porque el ratio de deuda con respecto al PIB tocó techo a finales del pasado año. "Por supuesto" que va a empezar a descender, subrayó el ministro.