El Gobierno del expresidente Alberto Fabra ha dejado al nuevo Consell una deuda con la Agencia Tributaria que supera los 400 millones de euros, derivada del impago a la AEAT de las retenciones en concepto de IRPF practicadas en las nóminas de los funcionarios, "con las que el anterior Ejecutivo valenciano se estuvo financiando".
Así lo explicó ayer el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, quien indicó que a 31 de diciembre pasado el Consell de Fabra mantenía impagados con la AEAT por 951 millones, que se sumaban a otros 167 millones de las cuotas sociales de la Seguridad Social. En total, más de 1.100 millones pendientes de abono a la AEAT. Esta situación se mantuvo en el primer semestre del año, de forma que "cuando el nuevo Consell tomó las riendas de la Generalidad, se encontró con que tenía que hacer frente a una deuda de más de 400 millones".
Soler resalta que el "problema" nació en 2012, cuando la Generalitat "estuvo a punto de incurrir en default ". En abril el entonces conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, negocia un aplazamiento con el Ministerio de Hacienda y un plan de pagos. Sin embargo, en el último trimestre de 2014, "el Consell de Fabra dejó de pagar por lo que el ministerio inició un expediente de extinción de las deudas".
En marzo de 2015, el Ministerio detrajo a la Comunidad Valenciana 700 millones de los anticipos con cargo a la financiación de meses posteriores incluso a junio de 2015 para cobrarse la deuda.
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