Economía

Guindos obvia los avisos de la UE y ve "muy positivo" el veredicto sobre España

  • La Comisión alerta de profundas heridas, como el "elevado" paro y la deuda
  • Bruselas critica que la privatización de bancos rescatados se demore

La economía española presenta una cara más saludable tras el rescate, sin embargo bajo la piel nuestro país continúa presentando importantes desequilibrios y encarando serios desafíos, como bien ilustran en el elevado nivel de desempleo y la descomunal deuda pública, que ronda el 100% del PIB. Estas son las conclusiones del cuarto informe de la Comisión Europea y el Banco Central Europeo de España tras la salida del rescate a la banca, que fue publicado ayer.

Nada nuevo bajo el sol. La Comisión ha insistido en este mensaje durante los últimos meses, más aún cuando España ha sacado pecho por el envidiable crecimiento a pesar del desajuste estructural. Sin embargo, la casualidad ha querido que en esta ocasión el informe periódico de la UE haya caído en plena campaña política, siendo los habituales claroscuros de las instituciones el arma perfecta para ser utilizado tanto por el Gobierno como por los aspirantes a robarle la silla a Mariano Rajoy.

Como ya hiciera en los días anteriores, tras la filtración del informe, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, salió ayer a subrayar los aspectos positivos del chequeo de la UE a la economía al final de la legislatura. Guindos concluyó que es "muy positivo", no solo al recoger el crecimiento y la creación de empleo, sino también el esfuerzo del Gobierno en corregir desequilibrios. Y ahondando más en el mensaje electoral, añadió que el informe indica que "las reformas han funcionado, y que su reversión llevaría a una marcha atrás de la economía, porque aún no hemos salido de la crisis".

El ministro, quien abandonará la vida política tras las elecciones el 20 de Diciembre, subrayó además que Bruselas y Frankfort consideran que la solvencia de nuestro país es "mucho más fuerte" que hace unos trimestres, haciendo que sea "prácticamente inexistente" un impago de los 40.000 millones de euros que prestó el Mecanismo de Estabilidad Europeo a nuestro país para sanear la banca.

Heridas profundas

Sin embargo, el veredicto que las instituciones europeas llevan tiempo repitiendo es mucho más mixto de lo que pintan desde Madrid. Tal y como subrayó la Comisión al juzgar el borrador del presupuesto español para 2016, o al examinar una decena de indicadores macroeconómicos, la Gran Recesión dejó profundas heridas que no han terminado de sanar.

Junto al elevado desempleo y al empacho de endeudamiento, Bruselas insiste en que España no cumplirá con el objetivo de rebajar el déficit por debajo del 3% el año que viene, y debería dar otra vuelta de tuerca a la reforma laboral.

El informe valora que "la recuperación ha venido acompañada por una fuerte creación de empleo, en parte gracias a las reformas en el mercado laboral desde 2012", pero añade una contraparte refiriéndose a que la tasa de desempleo continúa siendo "demasiado elevada", ya que se sitúa por encima del 21%.

España debe incidir en las políticas activas de empleo, pero también debe avanzar en otras reformas pendientes como la ley de unidad de mercado y la reforma de los servicios profesionales, una recomendación destacada por el Ejecutivo comunitario en todos los análisis sobre nuestro país.

Respecto al sector bancario, el veredicto comunitario señala que persisten "desafíos" y lamenta que la privatización de bancos en manos del Estado se haya atascado en el último medio año.

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