
El Banco de Inglaterra podría recortar los tipos de interés este mismo año para evitar una recesión, incluso aunque la inflación esté más lejos que nunca de los objetivos del gobierno, según una encuesta realizada por Bloomberg entre diversos economistas. Y es que dentro de la institución podrían empezar a preocuparse más por el crecimiento y menos por la inflación, después de que la semana pasada se conociera que la economía británica se calara en el segundo trimestre.
En concreto, la mitad de los encuestados espera una rebaja, cuando dos semanas antes apenas una cuarta parte lo hacía. El banco ha mantenido los tipos de interés en el 5% desde el pasado mes de abril, mientras que la inflación crecía al 4,4% en julio, más del doble del objetivo oficial del 2%. Sin embargo, la institución, que hasta ahora le estaba dando más importancia a las amenazas inflacionistas que al riesgo de una recesión, podría cambiar su sesgo después de que la economía no creciera nada en el segundo trimestre.
Doce de los 24 economistas encuestados por Bloomberg la semana pasada creen que el Banco de Inglaterra bajará los tipos al menos un cuarto de punto para finales de 2008. Estos datos contrastan con la anterior encuesta de la agencia, llevada a cabo a principios de este mes, cuando tan sólo 7 de los 28 economistas consultados esperaba un descuento del precio del dinero.
"Tendrán que tomar un decisión y empezar a recortar los tipos", señala Grant Lewis, economista de Daiwa Securities en Londres y antiguo miembro del Tesoro británico. "Después de que la inflación toque techo en septiembre, el dilema del banco será más sencillo, y acabarán teniendo que ser bastante agresivos". Lewis espera un recorte en noviembre.
División en el Banco de Inglaterra
Las actas de la última reunión del pasado mes de agosto, publicadas el día 21 del mismo mes, mostraron la división dentro de la institución. De los nueve miembros del consejo, uno, Timothy Beasley, quería un aumento de los tipos de interés, mientras que David Blanchflower era partidario de una rebaja de tipos. Poco antes, el 13 de agosto, los economistas aumentaron sus expectativas de rebajas de tipos después de que el Banco de Inglaterra publicara un informe en el que decía que esperaba que la inflación cayera por debajo del 2% en dos años si se mantenían sin cambios los tipos.
"La economía británica está pasando por un duro y difícil ajuste", señaló King cuando presentó sus previsiones. El gobernador añadió que la producción "será mayormente plana", señalando que "hay una posibilidad de un trimestre o dos de crecimiento negativo". De momento, en el segundo trimestre la economía británica se encalló por primera vez en 16 años.
"Un recorte parece poco inteligente", dijo Jeavon Lolay, economista de Lloyds. "Hasta que no estemos seguros de que la inflación ha dejado de ser una carga y que no va a tener efectos de segunda vuelta, los tipos deberían permanecer como están". Este economista no espera cambios hasta finales del año que viene.
Una recesión, unida a la mayor crisis inmobiliaria en más de 25 años y al incremento del desempleo, podría ser suficiente para estrangular el consumo y frenar los incrementos de precios.
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