Economía

La economía circular o el fin de los recursos del planeta

  • El actual sistema de "usar y tirar", totalmente lineal, no es sostenible
  • La UE quiere que en el año 2030 el 70% de los residuos sean reciclados
Planta de reciclaje de Cepsa.

Un dato para la reflexión: el 20% de la población mundial utiliza el 80% de los recursos del planeta. Esta situación, que los expertos califican de insostenible, viene marcada por la economía lineal, relacionada con el liberalismo económico, el concepto de usar y tirar, el consumismo como motor del crecimiento.

Ahora, un nuevo paradigma, el de la economía circular, llega dispuesto a cambiar de forma radical el orden establecido. "Se trata de producir bienes y servicios utilizando para ello la menor cantidad posible de recursos y evitando el despilfarro tanto de las materias primas, como del agua o de la energía. En definitiva, podemos decir que se trata de producir más con menos". Con estas palabras lo describe a elEconomista Carlos Martínez-Orgado, presidente de la Fundación de Economía Circular. Deja claro que estamos en la "prehistoria de este cambio radical" que necesita de la implicación de todos los agentes (empresas, consumidores, administraciones...) y también de un compromiso a nivel global: "De nada serviría que en Europa tomáramos conciencia si al mismo tiempo en China o en países emergentes muy poblados con nuevas clases medias no aplicaran este tipo de iniciativas", advierte.

Reciclar al menos el 50%

Desde la Unión Europea, se están tomando medidas ambiciosas para incentivar a los Gobiernos a revertir la situación actual. Y así pasar poco a poco de la economía lineal a una más cíclica. El objetivo inicial para el año 2020 fijaba que se reciclara el 50 % de los residuos. Según el borrador del paquete de medidas que aprobará Bruselas previsiblemente el próximo 2 de diciembre, ese procentaje se incrementaría hasta el 70 % de cara al año 2030. "Se esperan una serie de normas y de buenas prácticas para diseñar nuevos productos, nuevos bienes y servicios que tengan la vida más larga y que además se puedan desmontar, reparar, actualizar...", explica el presidente de la Fundación de Economía Circular.

Una de esas iniciativas contemplaría que los productos fabricados con materias primas recicladas no tendrían IVA, pues este impuesto ya se habría pagado con el bien anterior. En Francia, considerado el país más avanzado en la adopción de este tipo de medidas, se han aprobado recientemente dos leyes que contemplan incluso penas de prisión para aquellos fabricantes que practiquen la obsolescencia programada (sobre todo electrodomésticos o aparatos electrónicos con sospechosa fecha de caducidad); y también para quienes no garanticen que haya reparación y piezas de recambio para sus productos. ¿Cómo controlar eso? "Estudiando producto a producto se determina cuál es la trazabilidad que debe de tener. El fabricante tiene que asegurarse de que lo que produce se adecúa a ese estandar. Francia puede ser el modelo a seguir", responde Martínez-Orgado.

Un nuevo motor para crecer

Según las previsiones que maneja la Unión Europea, el desarrollo de la economía circular supondría la creación de entre 600.000 y un millón de nuevos puesos de trabajo (entre 55.000 y 70.000 sólo en España). Serían perfiles profesionales relacionados con el reciclaje y también con la reutilización y reparación de los productos.

Sin embargo, también hay muchos puntos e incógnitas que faltan por aclarar. Entre las medidas para fomentar ese desarrollo más sostenible, el presidente de la Fundación de Economía Circular recuerda la necesidad de que "pague más quien más residuos genere". Al estar las competencias de recogida de residuos transferidas a las administraciones locales, podemos decir que hay tantos modelos como ayuntamientos. Así, igual que en la capital, en Madrid se ha eliminado de nuevo la tasa de basuras, en otros municipios se ha puesto en marcha un sistema según el cual los camiones sólo recogen los residuos que vayan en bolsas oficiales que hay que comprar al servicio de recogida. En este último caso, sí se puede aplicar ese principio de que "pague más quien más residuos genere". ¿Sería necesario recuperar esas competencias para generar una estrategia común? Desde la Fundación de Economía Circular no consideran necesario intoducir cambios en ese sentido. "A partir de ahora, se trata de implicar a todos los actores, tanto a las empresas, como a las administraciones, como a los consumidores. Es un reto que concierne a todos y que si falla uno de ellos hará fracasar todo el sistema", concluye Martínez-Orgado.

El Pemar, el nuevo reciclaje

El pasado 6 de noviembre, el Consejo de Ministros aprobó -a propuesta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente- el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos 2016-2022. Conocido como Pemar, en él se trazan las líneas básicas para hacer avanzar la economía circular y fomentar la reutilización y el reciclado.

Entre otras medidas, se apunta a una mayor armonización de criterios entre todas las administraciones para unificar políticas y tasas, reduciendo así posibles desigualdades. Otro de los objetivos centrales es promover que las plantas de reciclado vayan sustituyendo a los vertederos.

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