
La anulación de la privatización de la gestión de los transportes de Lisboa y Oporto, la aerolínea TAP y la deuda pública todavía causan divergencias en la izquierda lusa a pesar de los acuerdos alcanzados para apoyar un Gobierno socialista.
Según informó hoy el semanario luso "Expresso", éstos son los puntos que todavía causan fricción entre el Partido Socialista (PS), el marxista Bloque de Izquierda y el Partido Comunista Portugués, que unidos tienen mayoría en el Parlamento y se aliaron para apoyar un posible Gobierno de izquierdas.
Aunque en el programa de Gobierno socialista figura la anulación de la privatización de la gestión de los autobuses y el metro de Lisboa y de Oporto, el responsable del plan económico del partido, Mário Centeno -al que la prensa lusa coloca como posible ministro de Finanzas-, mantiene sus reservas sobre el asunto.
Esta medida será la primera disputa que deberá afrontar la izquierda, ya que está previsto que se debata en el Parlamento el próximo 27 de noviembre, a petición de los comunistas.
La formación comunista también ha solicitado que se debata cuanto antes la revocación de la venta de la aerolínea TAP, que fue concluida esta misma semana.
Marxistas y comunistas abogan por que la empresa sea pública al 100 %, pero el programa de los socialistas sólo apuesta por asegurar que el Estado luso no pierda la titularidad sobre la mayoría del capital.
El último asunto espinoso es la deuda pública, que no se contempla en los acuerdos firmados por las tres formaciones pero sobre el que se han pronunciado en las últimas semanas.
El Bloque de Izquierda ya criticó unas declaraciones de Centeno en las que aseguraba que nadie puede plantearse no pagar las deudas que contrajo.
Las fuerzas de la izquierda provocaron el pasado martes en el Parlamento la caída del Gobierno conservador de Pedro Passos Coelho al apoyar una moción de rechazo a su programa.
El presidente luso, Aníbal Cavaco Silva, debe decidir ahora si encarga la formación de un Gobierno de izquierdas, si mantiene al Ejecutivo conservador en funciones hasta que se celebren nuevas elecciones (a partir de junio de 2016) o si establece un Gobierno de "iniciativa presidencial" integrado por independientes.