Tiene una agenda imposible para el común de los mortales. Por eso la entrevista se realiza en dos fases: una primera telefónica, robándole tiempo a su actividad privada, y una segunda en Madrid, aprovechando un encuentro que tiene con Cristóbal Montoro para reclamarle un "pellizco" que le permita sacar a Valencia de la bancarrota.
Tiene un discurso de izquierdas, moderado, y es un hombre templado que sabe que su futuro político no está en sus manos, aunque insiste en que "la sartén por el mango" de su Gobierno no la tienen ni Compromís ni Podemos. No se le cae de la boca la palabra legalidad y acusa a Artur Mas de tener adosada la corrupción a su partido. No tiene pelos en la lengua.
Finalmente, el 'Parlament' de Cataluña ha aprobado iniciar la ruptura con España, ¿y ahora qué?
Está claro que no puede surgir una nueva realidad desde el incumplimiento de la legalidad. Por tanto, es un debate sin salida, en los términos que lo está situando el soberanismo. De alguna manera, el independentismo y el inmovilismo de Rajoy han jugado la misma partida, pero el límite es la legalidad.
Usted en su día propuso volver al texto inicial del 'Estatut' antes de la sentencia del Constitucional de 2010, ¿eso valdría de algo?
El Estado de Derecho es la democracia, sin Estado de Derecho no hay democracia y es absolutamente falaz el argumento que se hace desde el independentismo de que haya una nueva legalidad. Una nueva legalidad surgida de la alegalidad pierde cualquier legitimidad. Al margen de esto, debe haber un diálogo. La democracia es ley y diálogo. ¿Cuál puede ser un punto de partida? Pues volver al origen del problema, antes de que el PP presentara ante el Tribunal Constitucional el recurso del Estatut. Esa es una opción.
Pues algunos, como Rosa Díez, dicen que esto no es "independentismo", sino "golpismo" en el sentido literal de la palabra?
Yo no me apunto a eso de elevar el tono de los calificativos, porque eso entorpece más que ayuda. Al margen de lo que diga Mas o los independentistas, creo que hay que buscar espacios de reencuentro, porque estamos ante una situación gravísima, de emergencia. Si queremos que no se produzca una desconexión, pero no legal, sino emocional, que ya está, tenemos que trabajar para reconectarlo.
¿Qué supondría para su Comunidad, para Valencia, un escenario de ruptura con Cataluña?
El cliente comercial más importante de la Comunidad Valenciana es Cataluña: a quien más le compramos y a quien más le vendemos. Para nosotros lo que pase en Cataluña es fundamental, y un escenario de ruptura, que yo no contemplo, sería muy malo para nosotros.
¿Es cierto que un consejero suyo, Vicent Marzà, se mostró partidario de que Valencia se sume al proceso independentista catalán?
Eso lo dijo en su ámbito privado, mucho antes de ser consejero y ahora lo están utilizando algunos para erosionarnos. Él, como consejero, lo que está haciendo es cumplir la legalidad, y el Gobierno valenciano no tiene ninguna duda al respecto. Aquí no hay ningún atisbo de independentismo. Somos valencianos y españoles. No tenemos problemas de identidad.
¿Si el desafío continúa habrá que aplicar el artículo 155 de la Constitución, incluso antes de que haya un nuevo Gobierno?
Todos los artículos de la Constitución están vigentes y también el 155, por tanto todos pueden tener su aplicación. Los tiempos se irán viendo según el desafío. Yo creo que la solución de Cataluña es aplicar la ley y el diálogo. Ley y diálogo. Dos caras de una misma moneda.
Quien lo tiene complicado para ser elegido es Mas, que está utilizando casi un tono suplicante con la CUP, ¿no?
Si Mas es presidente será por la CUP. Es la CUP quien tiene la "sartén por el mango". No sé si los electores, los votantes de CDC, estarán muy satisfechos con que eso sea así. El problema es que Mas no sólo intenta desconectarse de España, es que se ha desconectado de la mitad de sus conciudadanos.
¿Usted también cree que esta huida hacia delante pretende tapar la corrupción de los Pujol y las 'mordidas' de Convergencia?
Creo que la corrupción en Cataluña está adosada a Convergencia, como lo está en Madrid al PP. Hay demasiadas similitudes entre el comportamiento de la derecha española y la derecha nacionalista catalana. Hay demasiadas conexiones y demasiada complicidad. La corrupción en España ha significado una gran desmoralización colectiva y cuando dos partidos, PP y CDC, se han financiado ilegalmente durante años, sus dirigentes deberían asumir la responsabilidad política.
¿Me está diciendo que Rajoy y Mas deberían haberse marchado? ¿Los sitúa en el mismo nivel?
Sí. Creo que Mariano Rajoy y Artur Mas deberían haber asumido su responsabilidad marchándose, pero no lo digo desde la equidistancia de lo que está ocurriendo. No soy equidistante respecto a lo que pienso de la Constitución y de España. Quiero que Cataluña esté en España, pero en temas de corrupción los dos partidos, PP y CDC, son idénticos. Ha habido una financiación sistemática e ilegal de ambos.
Hombre, en todos sitios cuecen habas, ustedes también han tenido su corrupción con los ERES...
No es lo mismo. En los ERES no ha habido financiación ilegal del PSOE, y, en cualquier caso, hemos dicho y reiterado que se llegue hasta el final caiga quien caiga.
Según el CIS, hoy el PP ganaría las elecciones y podría gobernar con Ciudadanos, ¿es factible?
No creo. España necesita un cambio porque las políticas de Rajoy han sido un rotundo fracaso, han aumentado la desigualdad y acentuado los problemas territoriales. Y sobre todo hay una mancha de corrupción que recorre España adosada al Gobierno y a su partido. No concibo que no haya un cambio en España en este momento. Pedro Sánchez será el presidente.
Oiga, ¿y en las generales debe gobernar la lista más votada o esa norma no escrita no se repetirá?
El que saque más votos tendrá la capacidad inicial de formar gobierno, pero si no es capaz somos una democracia parlamentaria y habrá que buscar otras mayorías.
¿Y cabría, llegado el caso, un Gobierno de coalición PP-PSOE?
Un Gobierno de gran coalición PP-PSOE no es la solución para España. Rajoy será el primer presidente de Gobierno de la democracia que esté solo una legislatura.
¿Qué opina de la propuesta de Ciudadanos de suprimir el CGPJ, la fórmula del decreto ley y sustituir el Senado por un Consejo de Presidentes autonómicos?
Bueno, debe haber un gobierno de los jueces, aunque se cambie el modelo. Yo estoy en una posición abierta a la reformulación institucional, y desde luego que el Senado debe ser una cámara claramente territorial, más allá de que sólo sea de presidentes. Hay que buscar una fórmula similar al Bundesrat alemán.
Permítame una curiosidad, ¿sigue pensando que el liderazgo de Pedro Sánchez es revisable? Porque lo dijo y le cayó la del pulpo?
La gente tiene muchas veces poca cintura. Lo que dije -y me reafirmo- es que aquí nadie, empezando por mí mismo, es insustituible, porque imprescindible no hay nadie. Creo que el liderazgo de Pedro Sánchez se ha ido consolidando en el tiempo y ahora representa la apertura a la modernidad que necesita España. No hay ningún cuestionamiento a su liderazgo en absoluto.
Pues algunos piensan que usted 'hace piña' con Susana Díaz, que tiene ya sacado el billete del AVE a Madrid si el 20-D los resultados son malos?
Yo con Susana 'hago piña', entre otras cosas para defender una financiación justa para los valencianos, los andaluces y el resto de los españoles. 'Hago piña' fortaleciendo políticas sociales, para eso 'hago piña', pero no para las conspiraciones. Nunca me ha gustado lo conspirativo. En Madrid, hay mucha gente que vive permanentemente en estado de conspiración contra Pedro Sánchez y contra todos. A mí eso me produce hastío.
Dígame, ¿cómo se gobierna cuando hay que cocinar un plato entre tres? ¿Quién tiene en Valencia la "sartén por el mango", usted, Compromís o Podemos?
Somos un Gobierno plural, y esa pluralidad en este caso es sinónimo de fortaleza, no de debilidad. Efectivamente, la toma de decisiones es más deliberativa, pero eso nos hace más fuertes. Hay unas nuevas políticas innovadoras también en la gobernanza, y el resultado es francamente positivo.
Vamos, que usted no está en manos de Compromís ni de Podemos...
No estoy en manos de nadie. La época de las mayorías absolutas toca a su fin y lo razonable y lo normal es que haya Gobiernos que tengan una composición diversa. Eso no implica ni debilidad ni falta de estabilidad. De hecho, el Gobierno del PP de Valencia tenía muchas más grietas e inestabilidad que el mío. Era como un queso Gruyère.
¿Qué se ha encontrado usted al llegar al Gobierno? ¿Ha levantado muchas alfombras?
Sobre todo hemos levantado esperanzas, hemos abierto la institución y estamos intentado mejorar la imagen de la Comunidad Valenciana, que el PP dejó bajo sospecha. No estoy por el revanchismo ni por hacer un nuevo espectáculo que afecte más a la imagen de los valencianos. Queremos, eso sí, recuperar todo el dinero que ha sido estafado y poner en manos de la justicia a los que hayan robado. Tenemos grandes agujeros negros en la Administración, no sólo porque ha habido corrupción, sino también por la mala gestión.
¿Y qué va a hacer tras haberle tumbado el TC su idea de dar cobertura sanitaria a los 'sin papeles'?
El Tribunal Constitucional no entra en el fondo del asunto, simplemente ha acatado lo que le ha dicho el presidente del Gobierno, que tiene esa potestad. Nosotros hemos presentado un recurso, pero mientras tanto hemos aplicado otro tipo de instrucciones de carácter legal a todos los centros de salud y todos los hospitales para que todos los ciudadanos que viven en nuestra comunidad sean atendidos.
¿Es verdad que han quitado a Cáritas las ayudas directas de la subvención, a petición de Compromís y Podemos?
Lo que se ha hecho es dar una partida genérica a todas las ONG, pero nuestra relación con Cáritas es positiva.
Cambiando de tercio, ¿usted también está entre los barones que le han pedido a Pedro Sánchez que derogue la reforma laboral?
Hay que volver a la mesa de diálogo y buscar las mejores soluciones, porque es verdad que tiene que haber mayor flexibilidad en algunos aspectos del mercado laboral, pero no se puede, bajo ningún concepto, acabar considerando el trabajo una simple mercancía. Se puede conseguir una buena reforma laboral, avances para mejorar la competitividad, que es un problema grave que tiene la economía española. No se puede ganar competitividad bajando los salarios permanentemente, y la única aportación que ha hecho a la mejora de la competitividad española en los últimos años el Gobierno de Rajoy ha sido la devaluación salarial.
Usted va a subir el Impuesto de Patrimonio, va a poner nuevas tasas, etc. ¿Con esto dejarán de ser la comunidad más endeudada de España? Porque tienen el farolillo rojo...
Debemos más de 40.000 millones de euros, por una deuda al casi 40 por ciento de nuestro PIB, que es insostenible, y eso está producido por la infrafinanciación, la mala gestión y la corrupción, que ha sido un cóctel letal para nuestra economía. Al margen de eso, somos partidarios de la corresponsabilidad fiscal, pero la subida del Impuesto de Patrimonio apenas afectará a mil familias. El peor impuesto es la deuda sometida al gasto del corriente.
¿Y estando en la ruina económica, era necesario reabrir Canal Nou? ¿Cuánto le va a costar?
Las televisiones públicas deben dejar de ser el botín de guerra de los partidos ganadores en las elecciones. Deben ser un instrumento de cultura, de comunicación, de derecho a la información y no un instrumento de manipulación política. La nueva televisión valenciana no puede ser un agujero negro, que ahora mismo tiene 1.200 millones de deuda. Yo espero que sea de calidad y rentable, que esté en marcha después del verano.
Una curiosidad, ¿qué le ha parecido el fichaje de Irene Lozano?
Estoy a favor de la apertura permanente del partido. El PSOE ha sido siempre capaz de integrar a personas que provenían de espacios políticos diferentes, somos un partido de centroizquierda que tiene claramente que hacerse fuerte en todo este espacio. Y en ese contexto está la incorporación de Irene Lozano.
En la España federal que proponen, ¿caben el Cupo y el Concierto?
El Concierto claro que sí. Y de lo que se trata es de que el Cupo sea transparente. No tengo nada en contra del Concierto ni del Cupo, pero sí la obligación moral de defender la igualdad de los españoles. Y eso no se cumple, aunque no es sólo por el tema foral. Las asimetrías entre los españoles son insoportables.