Economía

El Eurogrupo evalúa hoy el esfuerzo en las reformas del nuevo Ejecutivo de Tsipras

  • Incapaces de cerrar la primera revisión del programa de rescate griego
El presidente del Eurogrupo, Jeroem Dijsselbloem, junto al primer ministro griego, Alexis Tsipras. Imagen de Reuters

El nuevo Alexis Tsipras duramente tallado tras medio año de intensas negociaciones con los socios del euro, y renacido tras haber visto el abismo de una salida del euro, pasará hoy el primer test político, crucial para su estabilidad financiera. Moscovici, optimista sobre el pago de 2.000 millones a Grecia

El Eurogrupo evaluará el primer macropaquete de 48 reformas en el marco del tercer bloque de ayudas de hasta 86.000 millones para los próximos años. Si todo va bien, explican fuentes europeas, será también la ocasión para romper con la costumbre de los constantes retrasos en la aplicación de los ajustes desde que Grecia recibiera su primer rescate hace cinco años.

Una vez más, las opiniones están divididas. Mientras desde la Comisión se ve más bien el vaso medio lleno, alabando el espíritu del nuevo Gobierno, sin apenas peros que objetar al esfuerzo reformador de Atemas, fuentes del Eurogrupo son más cautas. La razón son las diferencias en temas importantes como las ejecuciones hipotecarias, los impuestos a genéricos y escuelas privadas, que han impedido cerrar un acuerdo durante las últimas dos semanas.

Si los ministros de Finanzas del euro dan su luz verde, será el primer espaldarazo al esfuerzo reformador de Tsipras. Con el aprobado llegarían también 2.000 millones de euros del rescate, que se sumarían a los 23.000 millones de euros ya desembolsados desde el acuerdo el pasado julio para pagar la pila de vencimientos que tenía Grecia. Y sobre todo, permitirá empezar a negociar con el Eurogrupo el segundo paquete de reformas parte de esta primera etapa (o revisión, en la nomenclatura heredada del FMI). Este segundo paquete resulta crucial porque incluirá reformas de calado del sector financiero griego, incluido la gobernanza de sus bancos, y que Grecia necesitará aplicar para acceder al dinero reservado para recapitalizar sus bancos.

La mayor preocupación

Los bancos son ahora el principal foco de preocupación y fuente de inestabilidad para la recuperación de Grecia. Tras el impacto del cierre de las entidades durante tres semanas el pasado julio, y con controles de capital aun impuestos, el BCE ha detectado un agujero en la banca helena de 14.400 millones de euros. Aunque una parte importante procederá de sus propias provisiones, las entidades helenas tendrán que recurrir también a los fondos del rescate. ?Para poder concluir la recapitalización pronto tenemos que concluir esta primera revisión pronto, por lo que es un claro incentivo?, dijo una fuente del Eurogrupo, que subrayó la importancia de acelerar los trabajos.

Porque entre algunas capitales, sobre todo Berlín, la percepción es que la marcha no es del todo buena. Si el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, intentó mantener el optimismo vivo en su visita a Grecia la semana pasada, y dijo que el acuerdo era posible hoy, fuentes europeas señalaron a elEconomista que lo veían improbable.

El tema más polémico entre Atenas y sus acreedores europeos es la solución a la pila de ?créditos basura? que acumulan los bancos y las ejecuciones hipotecarias. Los socios de la eurozona solo quieren proteger a los hogares con un ?genuino? riesgo de vulnerabilidad. Esto es, aquellos bienes inmuebles con un valor de 120.000 euros, y cuyos propietarios tienen unos ingresos situados en el nivel de pobreza. Sin embargo, Atenas quiere elevar la protección hasta los 300.000 euros, con un salario de hasta 35.000 euros. Fuentes griegas volvieron a expresar su firme compromiso con el cumplimiento del programa. Sin embargo, insisten en que el límite es imponer medidas que pongan en riesgo la cohesión social, ya que se podría desestabilizar políticamente el país y, en última instancia podría descarrilar el programa.

Retrasos acumulados

Los retrasos acumulados en esta primera revisión del programa también afectan a la renegociación de las condiciones de la deuda griega, el principal caballo de batalla de Tsipras desde que accediera al poder por primera vez el pasado enero.

Desde el Eurogrupo repiten que, antes de hablar sobre los vencimientos o los intereses de la deuda helena, o incluso periodos de gracia, se tiene que ver la marcha del programa, la evolución del crecimiento y el impacto en la posición fiscal a medio plazo. Además, todavía está en el aire la magnitud de la reforma de pensiones que se abordará una vez se realice esta primera revisión. Cuanto más ambicioso sea el ajuste a las pensiones, mejor será para la estabilidad financiera y las perspectivas a medio plazo del país, explica una fuente de los acreedores europeos. Solo entonces se podrá estudiar la deuda en función del crecimiento.

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