Economía

Máximo comité del FMI pide anclar "de forma sólida" la inflación

Singapur, 17 sep (EFECOM).- El Comité Financiero y Monetario Internacional (IMFC), el órgano más importante del FMI en materia económica, unió hoy su voz al G-7 y alertó del peligro de la inflación a nivel mundial.

En un comunicado tras su reunión semestral, el IMFC dijo que en los países industrializados "la política monetaria tendrá que seguir anclando de forma sólida las expectativas de inflación y equilibrando los riesgos relativos de la estabilidad de precios y el crecimiento".

En una rueda de prensa tras el encuentro, Gordon Brown, el ministro de economía británico y presidente del Comité alertó: "La inflación mundial está en subida, con revisiones al alza en más de la mitad de los países".

Es un mensaje que también transmitió ayer el G-7, que elevó su alerta sobre el riesgo que supone el aumento de los precios.

El Grupo, integrado por EEUU, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón, mencionó en una reunión en Singapur el aumento de las expectativas inflacionarias en algunos países como uno de los peligros principales a los que se enfrenta la economía mundial.

Este lenguaje contrasta con el que había usado en su comunicado de abril, cuando dijo que "la inflación sigue contenida, a pesar de los altos precios del petróleo".

En su informe bianual sobre la salud económica del mundo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mencionó con preocupación el alza de precios, específicamente en Estados Unidos.

Ajustes adicionales de los intereses en ese país agudizarían su desaceleración, especialmente en un momento en que está estancado su sector inmobiliario, que ha sido un gran motor de crecimiento para EEUU en los últimos años.

Otro tema principal de la reunión fue la redistribución del poder en el seno del Fondo.

En su comunicado, el IMFC afirma que el proyecto de reforma, sobre el que los miembros del FMI deben votar hasta mañana, ayudará a ajustar el voto "de acuerdo con las posiciones relativas de los miembros en la economía mundial" y dará más voz a los países pobres.

No obstante, esta declaración de buenas intenciones oculta una gran división sobre el tema.

La reforma contempla una subida inmediata del voto de México, Corea del Sur, China y Turquía, los países más infra-representados en relación al peso de sus economías.

Además, prevé la revisión de la fórmula que divide el poder entre los miembros para que cuente más el Producto Interior Bruto (PIB), al tiempo que se contabilizan otros factores como la apertura de la economía.

Aquí es donde se centró el conflicto en el IMFC. Los países europeos pequeños, como Bélgica, Países Bajos o Suiza enfatizaron la importancia de la "apertura", tanto financiera como comercial.

En la actual fórmula este factor ya vale mucho, lo que explica que esos países estén sobre-representados en relación a su peso económico en el mundo.

En este sentido, el ministro de Finanzas de Suiza, Hans-Rudolf Merz, dijo que "la discusión sobre la fórmula debería ofrecer una consideración renovada a la apertura financiera y, más concretamente, a la inclusión de la posición de la inversión internacional de los países miembros".

En cambio, Brasil y Argentina se mostraron contrarios al proyecto.

La ministra de Economía y Producción de Argentina, Felisa Miceli, señaló que la reforma "debería resultar en un incremento del poder de votación del mundo en desarrollo como un grupo (...) y la presente propuesta va en la dirección contraria".

Argentina quiere que el PIB se calcule en base al poder de paridad de compra, que elimina las distorsiones causadas por las diferencias de precios, y que el comercio entre los países de la zona euro no contabilice como comercio exterior, pues se hace con la misma moneda.

Por su parte, Guido Mantega, ministro de Hacienda de Brasil, señaló: "No podemos ocultar nuestra decepción con los términos finales de la resolución".

India y Egipto han anunciado que votarán en contra y también lo hará la mayoría de América Latina, con la excepción de México, América Central y posiblemente Chile, dijeron fuentes gubernamentales.

No obstante, Miceli ha reconocido que los países que rechazan el proyecto carecen del 15 por ciento del voto necesario para detenerlo. EFECOM

cma/tb/rjc

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