
El mercado global de la energía ha cambiado radicalmente en los últimos años. Donde reinaba el petróleo campean ahora a sus anchas las renovables. En parte como causa y en parte como consecuencia de este nuevo escenario, los precios del barril de crudo se han recortado a la mitad y la electricidad ha comenzado a sustituir a las fuentes primarias en campos hasta hace poco tan cerrados como el automovilístico.
El problema es discernir si esta situación es coyuntural, o si estamos ante los nuevos rasgos característicos del mercado. Y de acuerdo con algunos analistas, estamos ante el segundo caso.
Michael Liebreich, fundador de Bloomberg New Energy Finance, señala que la energía será abundante en los próximos años y que estamos entrando en lo que califica como una "era de plenitud".
Gas más barato
Las razones que sustentan esta afirmación son tres: producción menos costosa de los hidocarburos, explosión de las renovables "intermitentes" (solar y eólica) y moderación de la curva de demanda eléctrica, cada vez más desacoplada del ubicuo gráfico de crecimiento del PIB.
Respecto a los combustibles fósiles, Liebreich asegura que en los próximos años veremos el barril de crudo en niveles más cercanos a los 50 dólares que a los 90.
Y esto, debido a numerosas razones, entre las que cita la caída del coste de extracción de gas de esquisto (fracking) y el crecimiento del volumen extraído en cada pozo.
Renovables por doquier
Está además la caída dramática de costes de producción de las renovables, que se sitúan ya en niveles cercanos a los de los hidrocarburos: una planta fotovoltaica produce en EEUU ya a apenas el doble de coste por megavatio-hora que una central térmica, mientras que el coste unitario de una instalación eólica es ya idéntico al de quemar carbón o gas para producir electricidad.
Se prevé, además, que la cuota de las renovables siga creciendo en los próximos años: en 2040 llegará al 77% en Alemania y al 24% en Estados Unidos.
Más eficiencia
Por fin, la demanda eléctrica se está aplanando, y lo está haciendo por la tercera clave del nuevo mercado de la energía: es más eficiente.
Estas tres tendencias dominarán así, según Liebreich, el mercado global de la energía en las dos próximas décadas.