
El Fondo Monetario Internacional estima en su Informe sobre Estabilidad Financiera Global (GFSR) que, en la actualidad, los balances de los bancos y empresas emergentes han engordado hasta registrar un sobreendeudamiento que la institución estima en unos 3 billones de dólares.
"Un mayor apalancamiento del sector privado y un incremento en la exposición a las condiciones financieras mundiales hacen que las empresas sean mucho más susceptibles a las crisis económicas y los mercados emergentes a la salida de capitales y el deterioro de la calidad crediticia", alertó José Viñals, director del Departamento Financiero y de Mercados de Capital del FMI.
Según señala el documento presentado hoy en Lima, Perú, los balances de muchas empresas y bancos de mercados emergentes se encuentran sometidos a una gran presión. Estas compañías son ahora más susceptibles a la tensión financiera, la desaceleración económica y las salidas de capital. En algunos de los principales mercados emergentes, el deterioro de la salud de las empresas amenaza con intensificar el nexo entre los entes soberanos y las empresas y entre las empresas y los bancos.
El GFSR mira particularmente a China, que tiene por delante el delicado equilibrio de pasar a un crecimiento orientado por el consumo sin que la actividad se desacelere demasiado, reduciendo al mismo tiempo las vulnerabilidades financieras y realizando la transición hacia un sistema basado más en el mercado; "todo esto representa un arduo conjunto de objetivos", indica el informe.
En este sentido, el Fondo estima que el desapalancamiento del sector empresarial chino y la mejora de la disciplina de mercado, inevitablemente generará algunas quiebras corporativas, la extinción de las empresas no viables, así como la amortización de los préstamos en mora por parte del sector bancario, por lo que requiere un mayor fortalecimiento de los bancos.
"Los mercados emergentes necesitan adelantarse al ciclo de crédito", señaló Viñals. "Con un crecimiento más lento y el aumento del apalancamiento de las empresas, es necesaria la intervención cautelar inmediata para asegurar la capacidad de recuperación tanto de las empresas como de las entidades bancarias", añadió. También reiteró que "es crucial" que los estados soberanos emergentes consigan mantener los grados de inversión sobre su deuda. Al mismo tiempo avisó que cualquier brote de contagio financiero requerirá el uso ágil de las política disponibles.