
A Coruña, 6 oct (EFE).- El director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, Álvaro Nadal, ha asegurado hoy que el problema de la economía española no es de desigualdad sino de competitividad, un objetivo prioritario ante el que España "se juega" la próxima legislatura "con opciones políticas muy claras".
Nadal ha pronunciado la conferencia inaugural del congreso anual de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), cita que inaugurará oficialmente este mediodía el Rey.
"Quien se despista en mejorar la competitividad y en aplicar la política económica" en este sentido, "no solo daña la capacidad de crecimiento de la economía española, es que está provocando la siguiente crisis", ha abundado.
Nadal ha enviado un "dardo político" a la izquierda con la mira puesta en las elecciones generales de diciembre, porque "salvo el Gobierno" y el partido que lo sostiene, el PP, la oposición "dice que hay que empezar por el final de la cadena, por la mejora del estado del bienestar" para crecer, antes que por la mejora de la competitividad, que es la que ha permitido avanzar al país.
En su opinión, "si este fuera un país normal, todo el debate sería sobre competitividad", pero "no es un país normal porque no es así" sino que "todo el espectro de la izquierda, incluido el PSOE, está diciendo que el problema de la economía española es de reparto, de desigualdad", un análisis que Nadal ha considerado "incorrecto".
"Nosotros no hemos resuelto nuestro problema como país mirando eso otro, sino modernizando nuestra economía", ha enfatizado.
Alternativamente, ha continuado, se puede "poner todo esto en duda" y sostener que España no tiene un problema de competitividad, "que se puede hacer lo que se quiera con el gasto público porque se puede poner todo el componente ideológico que se quiera", pero "nos jugamos la próxima legislatura con opciones políticas muy claras".
Excepto el Ejecutivo actual del PP, ha argumentado, en el resto de formaciones "no hay experiencia de gobierno en ninguno de los equipos económicos", por lo que ha preguntado a los ejecutivos presentes en el auditorio si "alguien contrataría para un puesto de máxima responsabilidad como directivo a alguien sin experiencia".
"Gente que no ha estado nunca en esto no sé cómo lo manejaría", ha añadido durante su intervención.
En cuanto a la receta de la economía española ha citado las reformas estructurales o el problema de que "el consumidor no consume lo de casa", lo que perjudica la competitividad.
"Es injusto que se diga que España es un capitalismo de amiguetes" porque "la entrada en el euro nos hizo mucho más ricos" y "España es más rica que la de la peseta", ha apostillado.
Por ello, ha destacado que "España no puede ni por casualidad plantearse otra cosa que seguir en el euro", para lo que ha sostenido que es necesario seguir requisitos de disciplina, que no siempre se hace, ganando en competitividad y poder adquisitivo.
Aunque "la izquierda critica el modelo, está funcionando de manera increíble", ha dicho Nadal.
El director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno ha destacado además que están mejorando las cifras del déficit, que no es necesario hacer políticas de ajuste y que hay superávit exterior pese a estar en un proceso de expansión que, por vez primera, inicia España "sin devaluar la peseta".
Esa línea ascendente al final de la legislatura "puede crecer mucho más" y "va a haber mucha capacidad de crecimiento sin deteriorar las cuentas exteriores", una disciplina que ha impuesto el euro con unas reglas de estabilidad a las que se está adaptando el país para convertir su economía en "más potente y parecida" al norte europeo.
En esta perspectiva "muy buena" de futuro, la "aspiración" de España es estar a la cabeza de Europa y con los países más avanzados del mundo, si bien el "principal riesgo" que corre el país es "que las lecciones más importantes no las hayamos aprendido".
La intervención de Nadal ha sido presentada por el conselleiro de Hacienda de la Xunta, Valeriano Martínez, que ha explicado que los valores que representa la comunidad y que suponen una ventaja competitiva son la estabilidad, solvencia, seriedad, por lo que es una "garantía para cualquier inversor".
"Los gallegos somos gente fiable", "poco dados a aventuras identitarias y más centrados en resolver los problemas y cubrir las necesidades de las personas", ha argumentado.