
El número dos del Partido Comunista chino, Li Keqiang, usará una de las tácticas de su predecesor en el cargo -Wen Jiabao- para estimular la gigantesca economía: inyectar miles de millones en la alta velocidad ferroviaria, de la que el país es líder mundial indiscutible por delante sólo de España (que gana a su vez a Francia y Japón).
Aunque Li se había comprometido a no desatar una espiral de gasto como la promovida por Jiabao, su planteamiento de austeridad no parece incluir el 'AVE chino', del que espera que sirva para espolear la actividad y permita recuperar parte de lo que se califica como inversión a través de las exportaciones a otros países.
La táctica es similar a la utilizada por el Gobierno español, que a menudo destaca que la alta velocidad ferroviaria sirve para abrir nuevas oportunidades económicas tanto en el interior como en el exterior de España.
El gasto en ferrocarriles de China se espera que supere este año el anterior récord (establecido en 2010) y se calcula que desde ahora y hasta 2020 Pekín enterrará 133.000 millones de dólares anuales en su red ferroviaria, de acuerdo con datos de UBS.
La agencia encargada de planificar la actividad económica al máximo nivel decidió esta semana construir tres enlaces ferroviarios en el sudeste de China, en el este de la provincia de Jiangsu y en el centro de la de Hubei, tarea en la que empleará 109.300 millones de yuanes.
"El gobierno hará cualquier cosa para poner un suelo que sirva para sustentar el crecimiento económico", señala Wang Tao, de UBS en Hong Kong
El propio Li asegura que esta nueva (o vieja, según se mire) política servirá para "matar varios pájaros de un tiro", permitiendo a la economía aterrizar suavemente a corto plazo, y mejorando la eficiencia a largo plazo.