El ministro británico de Economía, George Osborne, viaja hoy a China, donde permanecerá toda la semana, con el objetivo de impulsar una "nueva era" en las relaciones políticas, comerciales y culturales con el gigante asiático.
Osborne, que estará acompañado por un nutrido grupo de líderes empresariales y otros dirigentes del Ejecutivo, informó de que el objetivo de esta visita es estrechar lazos entre ambos países, abriendo un nuevo periodo en sus relaciones bilaterales.
Su periplo, que comienza hoy, le llevará a Pekín, Shanghái y Chengdu, las principales ciudades de la segunda economía mundial.
La delegación británica que viajará a China quiere explorar "nuevas oportunidades de negocio para abrir nuevos mercados que beneficien a ambas economías", indicó el ministro, con el objetivo de "fomentar una nueva era" en sus relaciones.
El viceprimer ministro de China, Liu Yandong, conversó el viernes en Downing Street con el primer ministro, David Cameron, y con el titular de Exteriores, Philip Hammond, para preparar el viaje y estrechar vínculos entre el Reino Unido y China.
"Quiero que forjemos vínculos económicos y culturales más estrechos con China", dijo Osborne, en relación a los acuerdos que mantienen ambos países "para el crecimiento, la reforma y la innovación".
El ministro indicó que estos vínculos están "ayudando a ofrecer niveles récord de inversión" y a mejorar el comercio en ambas direcciones, si bien, matizó, "hay mucho más que podemos hacer".
El periplo de la delegación británica evidencia un progresivo acercamiento en las relaciones del Reino Unido con China, después de que se produjera un enfriamiento por la decisión de Cameron de reunirse con el dalai lama en 2012.
Tanto Cameron como Osborne visitaron China el año pasado, cuando el primer ministro instó al país a invertir en infraestructuras del Reino Unido, incluyendo las centrales nucleares y el tren de alta velocidad.