
Fue pensada el año pasado como una ayuda para suavizar los efectos de la austeridad, pero ahora la amnistía fiscal promete ser fundamental para salvar los Presupuestos italianos para 2016, gracias a una recaudación prevista de hasta 4.000 millones. El primer ministro, Matteo Renzi, sigue buscando la manera para que todas sus promesas, empezando por el recorte de impuestos sobre la primera vivienda, puedan llegar a cumplirse en el plan económico para el año que viene.
Se trata de un propósito muy ambicioso ya que su éxito dependerá, sobre todo, de que Bruselas relaje los objetivos de reducción de déficit establecidos. Según ha declarado Renzi, Italia espera lograr una flexibilidad presupuestaria de hasta 17.000 millones de euros. Es decir, la mitad de los 35.000 millones que Roma busca para cuadrar sus cuentas en 2016. Sin embargo, lo que el primer ministro no ha explicado es que estos recursos de momento sólo son una esperanza de la Presidencia de Gobierno italiana.
Las negociaciones con Bruselas tienen todavía que empezar y, según los rumores, van por buen camino. Además, a la Comisión Europea no le han gustado las ultimas promesas de Renzi en materia económica. El primer ministro ha asegurado que su prioridad para 2016 será acabar con el impuesto sobre la primera vivienda.
Lástima que este programa, según Bruselas, va en dirección contraria a las recomendaciones recién elaboradas por la Comisión y el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (Ecofin), publicadas por el Boletin Oficial de la Unión Europea el pasado 14 de julio. Se trata de un texto, votado incluso por Italia, en el que se propone a los países de la Unión desplazar el peso de la carga fiscal del trabajo a los inmuebles.
Ignora las recomendaciones europeas
De momento Renzi no sólo ignora las recomendaciones europeas, sino que también está tensando la cuerda con Bruselas. Para responder a los rumores procedentes de la capital europea, el líder italiano polemizó en su cuenta de Twitter: "Europa no puede decirnos que hacer con los impuestos. ¿Es la misma Europa que mira a otro lado cuando tiene enfrente a las pateras?"
Por esto, sin embargo, el político italiano tiene que buscar otras soluciones a sus problemas presupuestarios. Además, el ministro Padoan afirma sobre la amnistía: "Soy optimista sobre los recursos que llegarán, pero todavía no están disponibles, y en cualquier caso serán adicionales".
Los rumores filtrados por la prensa italiana apuntan a que Renzi está estudiando prorrogar esta medida. La fecha límite prevista es el 30 de septiembre, pero una prórroga podría ayudar al Gobierno italiano a recaudar entre 3.000 y 4.000 millones de euros. Se trata de una cifra que no revolvería todos los problemas de Roma, pero sí ayudaría al primer ministro a cuadrar las cuentas, en caso de que las negociaciones con Bruselas sobre el déficit tuviesen que fracasar.