
Se desveló el misterio del secreto mejor guardado en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Después de una espectacular ceremonia de apertura en la capital china, el ex-gimnasta y hoy empresario de éxito Li Ning fue el encargado de encender el pebetero olímpico. La designación de este icono deportivo del país, que viste a la expedición española en los JJOO, ha levantado todo tipo de suspicacias.
Li Ning estaba en todas las quinielas de posibles candidatos para protagonizar el simbólico momento. En Los Ángeles '84, siendo gimnasta de la República Popular, marcó un hito en la historia del deporte de ese país al ganar tres oros, dos platas y un bronce, con lo que ingresó directamente en la nómina de héroes de la madre patria: el Príncipe de la Gimnasia, lo apodaron. Pocos años después de retirarse de la alta competición, continuó su carrera de éxitos, aunque desde entonces en la vertiente empresarial.
En 1990 fundó la empresa de ropa deportiva que lleva su nombre, Li Ning, que en menos de 18 años se ha convertido en una de las más importantes del mundo y en una amenaza para los dos gigantes del sector, Nike y Adidas. Casi un cuarto de siglo después de aquella gesta deportiva en Los Ángeles, su país ha querido rendirle tributo al confiarle el último y decisivo relevo en la ceremonia de ayer. Sin embargo, su designación ha levantado en los últimos días todo tipo de suspicacias.
Desbancado por Adidas
Sima Pingbang, periodista chino y bloguero de referencia, lo resumía así: "Reúne todos los requisitos: ex-atleta, persona de éxito e icono deportivo del país. Además, Li Ning fue batido por Adidas para ser sponsor oficial de los JJOO y fue un error no dejar a una gran compañía china patrocinar los de Pekín 2008. Que Li Ning encienda el pebetero es una forma de recompensarle", escribió.
En verdad, perder el patrocinio olímpico fue un mazazo para Li Ning, sobre todo después de haber vestido al equipo chino desde Barcelona '92. Y eso que apostó fuerte, unos 1.000 millones de yuanes (6 millones de euros). Pero Adidas pujó hasta los 1.300 millones de yuanes (7,8 millones de euros) y desbancó a su joven competidor.
"Después de cuatro JJOO viendo a los atletas chinos en el podio con ropa de Li Ning, fue duro ver a Adidas alcanzar la gloria en el umbral de nuestra puerta", declaró Zhang Zhiyong, jefe ejecutivo de la compañía china. Estos días en Pekín se especulaba en direcciones opuestas. Por un lado, se decía que el Gobierno chino podría designar a Li Ning para dar a la empresa china un espaldarazo impagable en su batalla contra Adidas y Nike.
España, de Li Ning
Pero, por otro, se apuntaba también que el enfado de Adidas, esponsor oficial, podría ser olímpico. Al final, no ha sido ninguna sorpresa que el Ejecutivo comunista haya barrido para casa. Lo que, ciertamente, deja a Li Ning como el gran triunfador entre las empresas de ropa deportiva en el Nido de Pájaro.
Y es que, un par de horas antes de que el fundador de la empresa china fuese elevado al cielo pekinés, el grueso de los 286 atletas de la delegación española desfiló con la ropa de calle de Li Ning. Ésta optó en su día al concurso que abrió el Comité Olímpico Español (COE) y se llevó el gato al agua.
"La oferta era la más ventajosa, teniendo en cuenta criterios de diseño, calidad y cantidad, ya que tenían que proveer unas 500 equipaciones", señala una fuente del COE a este periódico. La cantidad desembolsada por Li Ning no se ha hecho pública. Pero el patrocinio tiene una vigencia de dos años e incluye los actuales Juegos Olímpicos y los Juegos del Mediterráneo del año próximo en Pescara (Italia).
Significa que los deportistas españoles, independientemente de que usen ropa técnica de otra marca, están obligados a vestir de la firma china en la inauguración y clausura olímpicas, en los entrenamientos en la calle y en el podio.
Sospechosas coincidencias
Al mismo tiempo, Li Ning llegó en 2004 a un acuerdo con la Federación Española de Baloncesto para vestir a la selección, acuerdo que, tras ganar el Mundial de Japón dos años después, acaba de ser renovado otros cuatro años. De hecho, pese al revés de perder el patrocinio oficial de Pekín 2008, Li Ning lanzó un contragolpe intratable. También patrocinará a distintos equipos africanos, al baloncesto argentino y a las federaciones chinas de salto, ping-pong, tiro y gimnasia, deportes en los que China cosecha la mitad de sus medallas de oro.
Desde su fundación en 1990, la trayectoria de Li Ning ha sido meteórica: salió a bolsa en Hong Kong en 2004 y facturó 4.348 millones de yuanes (26 millones de euros) en 2007 -registrando un beneficio neto de 435 millones de yuanes (2,6 millones de euros)- en sus 5.223 tiendas repartidas por toda China.
Aunque su éxito estratégico es incuestionable, no ha podido librarse de ser acusado de copiar a sus competidores. Su logotipo es sospechosamente parecido al de Nike, mientras que su lema Anything is possible es calcado al Impossible is nothing de Adidas.
En medio de la polémica, su expansión sigue imparable: esta misma semana Li Ning anunció que ha comprado, por 20 años, la licencia para China de la marca italiana Lotto tras desembolsar 930 millones de yuanes (5,6 millones de euros). Aunque, quizás, el verdadero salto al futuro se lo deba también, desde ayer, al favor impagable concedido por el Gobierno chino al elegirlo para encender el pebetero olímpico.