Economía

El caso de Israel o cómo subir salarios puede llevar a un país al estancamiento económico

La economía de Israel es un ejemplo de superación de cómo se deben hacer las cosas. Este pequeño país situado en Oriente Próximo logró sortear la Gran Recesión sin incurrir en decrecimientos interanuales del PIB. Es decir, a pesar de la crisis, el PIB real de Israel ha presentado crecimientos interanuales positivos, una muestra de su competitividad y fortaleza. Sin embargo, el crecimiento de Israel se está enfriando, los salarios han crecido con mucha fuerza y este pequeño país está empezando a tener problemas para exportar.

Lo que la crisis no ha conseguido (que el PIB interanual retroceda), puede que unos salarios que han crecido demasiado rápido según publica Bloomberg sí lo haga. Según el portal financiero estadounidense, Israel puede pasar de ser conocida como la nación de las start-up a ser conocida como "la nación de la desaceleración económica.

Quizá Israel es una víctima de su propio éxito. La transición económica del país ha sido rápida, de un país en desarrollo, Israel ha pasado a ser una nación desarrollada y uno de los mayores centro del mundo de I+D y tecnología. Sin embargo, en el transcurso de este proceso los salarios han crecido con fuerza, lo que ha reducido el atractivo de los bienes y servicios producidos en el país.

Salario medio en Israel en shekels

Este hecho junto a un descenso de la mano de obra cualificada en el sector tecnológico está teniendo un impacto significativo en la economía israelí. Tras años de crecimiento del PIB al 4,5 y 6%, ahora las previsiones de Jerusalén avisan de que puede ser complicado mantener la tasa de variación del PIB por encima del 2%.

Según un informe del Ministerio de Finanzas, los salarios y el fortalecimiento del shekel israelí están jugando una mala pasada a las exportaciones. En los últimos 4 años Israel ha caído cinco puesto en el ranking de competitividad del World Economic Forum hasta retroceder al puesto 27 de la clasificación.

Las exportación en 2007 suponían más del 40% del PIB en Israel, en 2014 este ratio ha caído a alrededor del 30% del PIB. Los esfuerzos del Gobierno por crear un entorno empresarial favorable y la lucha por fomentar la cualificación del capital humano no están siendo suficiente para detener el descenso de la competitividad de Israel, que a la postre puede culminar en un estancamiento del PIB.

Aunque este descenso del crecimiento económico aún no se ha notado con fuerza en la población, si es cierto que la tasa de paro ha pasado en pocos meses del 4,9% al 5,2%. A día de hoy, el salario mínimo en Israel es de unos 1.100 euros al mes. 

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