
El Gobierno tendrá que bajar los impuestos en 14.259 millones si quiere compensar las sucesivas subidas tributarias acometidas durante esta legislatura. Así se desprende de los datos de la Agencia Tributaria, que en su Informe Anual de recaudación tributaria 2014 deja constancia de que las subidas de impuestos (las más sonadas, la del IRPF a finales de 2011 y la del IVA en septiembre de 2012) han tenido un impacto de 23.259 millones de euros. Las rebajas de 2015, centradas específicamente en el IRPF y en las rentas del ahorro, no cubren ni la mitad de los incrementos tributarios de estos últimos años: su impacto apenas roza los 9.000 millones de euros.
Durante la presentación, el pasado martes, de los Presupuestos Generales del Estado para 2016, el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro aseguró que un nuevo Ejecutivo del PP procedería a rebajar de nuevo el IRPF "siempre que lo permita el margen presupuestario". El miércoles la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, fue más valiente y aseguró que el próximo año, un nuevo Ejecutivo del PP estaría interesado en estimular el consumo y la inversión, y para ello "lo mejor es una reforma del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades".
Dos rebajas ambiciosas
Esas dos reformas, de IRPF y Sociedades, deberían ser particularmente ambiciosas si el objetivo es el de revertir las subidas impositivas de estos últimos cuatro años. Más aún en el Impuesto de Sociedades, figura sobre la que penden anuncios de rebaja de los tipos desde el año 2014 y que aún no se ha llevado a cabo. En estos años, el Ejecutivo apenas aprobó una mínima rebaja para pymes que se comprometiesen a mantener el empleo, y el resto de modificaciones han estado dirigidas a suprimir deducciones para cobrar más a las empresas más grandes (en 2012, gracias a esta medida, esas empresas pagaron 4.607 millones más).
Por otra parte, es cierto que el IRPF es ahora menor para casi todos los tramos de renta. Pero hay una excepción demasiado importante. El tipo que se aplica a rentas comprendidas entre los 20.000 euros y los 33.000 euros sigue siendo más alto que al inicio de la legislatura. Entonces era del 28 y ahora se sitúa en el 30. Se da la circunstancia de que es en ese arco en el que se encuentran la mayoría de las rentas del trabajo, algo que pone de relieve el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es en ese tramo en el que se encuentra el sueldo medio en España, de 22.967 euros.
Aún así, y en esta figura impositiva, el Gobierno sí ha revertido el efecto de las subidas aprobadas en 2012. Según la Agencia Tributaria, que calcula el impacto de cada subida o bajada en función de la recaudación de los doce meses posteriores a la aplicación de la medida, los aumentos costaron 3.525 millones en 2012, 2.209 millones en 2013 y y 339 millones en 2014. Un total de 6.073 millones, compensado por los 9.000 milones de la doble rebaja de este año (y siempre que los cálculos del Gobierno sean ciertos, a la espera de lo que suceda en el cómputo global de 2015).
El IVA marca la diferencia
De todas las reformas tributarias de esta legislatura, la que ha tenido un mayor impacto en los ciudadanos ha sido la del IVA. La subida del tipo reducido del 8% al 10% y del general del 18% al 21%, aprobada en 2012, reportó 8.050 millones de euros más a las arcas públicas según las estimaciones de la Agencia Tributaria.
De las tres grandes tributos españoles, es el único que el Gobierno, si revalida mandato en las elecciones generales, no tiene previsto tocar. Así lo confirmó el miércoles la propia Marta Fernández Currás, pese a los rumores que desde hace semanas venían informando de una posible rebaja limitada a ámbitos como el de la cultura.
El Ejecutivo, además, no tiene margen de maniobra. El FMI y la Comisión Europea recomiendan año a año a España que modifique los tipos del IVA con el objetivo de mejorar la recaudación, algo que el Ministerio de Economía descarta. Y lo descarta porque, en el fondo, los organismos internacionales piden que algunos productos de tipo súperreducido pasen a tipo reducido, y otros de tipo reducido se incrementen a tipo general. El IVA, además, ya fue incrementado en la legislatura anterior (se subió el tipo general del 16% al 18%), algo que dejó en las arcas públicas un incremento de la recaudación de 5.000 millones.
Otros 4.200 millones
Al margen de la subida del IVA, la eliminación de deducciones del Impuesto de Sociedades y las modificaciones al alza y a la baja del IRPF, el Ejecutivo ha retocado en diversas ocasiones a lo largo de la legislatura los Impuestos Especiales y la fiscalidad medioambiental, con un coste conjunto para ciudadanos y empresas de más de 4.200 millones de euros entre los años 2012 y 2014. Solo el Impuesto de Hidrocarburos ha costado más de 1.500 millones en apenas dos años.