No son pocos los economistas que se preguntan cuál es el motivo que está llevando a Finlandia a descolgarse de sus vecinas Suecia y Noruega. Mientras que estas dos economías ven crecer su PIB con fuerza y como su desempleo se reduce con cada nuevo dato, en Finlandia ocurre todo lo contrario. Parece que parte de la respuesta podría estar en el euro.
Noruega y Suecia usan como divisa la corona (cada uno la suya), mientras que Finlandia tiene como divisa oficial el euro. Es cierto que este país ha sufrido fuertes reveses: la recesión que vive Rusia, una de sus principales parejas comerciales y país con el que hace frontera, la caída del imperio de Nokia que llegó a suponer el 4% del PIB finés, o el declive del uso del papel en el mundo (Finlandia es uno de los mayores productores de papel).
Aún así, Matt O'Brien, periodista estrella del Washington Post, cree que todas estas circunstancias no son suficientes para que Finlandia esté siendo objeto de este estancamiento económico. Y es que los colegios fineses están entre los mejores del mundo, el Gobierno entre los menos corruptos y su deuda pública entre las más bajas de los países desarrollados. Algo más debe haber para explicar una tasa de paro del 9,5% (y creciendo) y una recesión del PIB.
Finlandia y Suecia, caminos diferentes
Aunque O'Brien no cree que una fuerte devaluación del euro pudiera devolver a Nokia el trono de la telefonía móvil, si sostiene que si Finlandia hubiese mantenido su divisa hubiera podido manejar el tipo de cambio para mantener la competitividad de su economía, al igual que han hecho sus vecinas Suecia y Noruega. Además, el Banco Central de Finlandia podrían haber implementado políticas ultra-expansivas para luchar contra la caída de precios que vive el país nórdico.

Según este periodista, una devaluación de la divisa hubiera sido mucho menos dolorosa que la actual devaluación interna que se está llevando a cabo en Finlandia. Depreciando el valor de la moneda se consigue que todos los bienes producidos en Finlandia sean más baratos para los importadores extranjeros, mientras que los trabajadores de Finlandia no ven cambios nominales en sus salarios. Sin embargo, ahora los trabajadores fineses están soportando un estancamiento de sus salarios junto con un aumento de los despidos, en un intento de las empresas por reducir costes.
Una buena forma de ver el daño que ha podido hacer el euro en la economía de Finlandia es comparando su economía con la de Suecia y Noruega. Como explica Paul Krugman, mientras que las economías de Suecia y Finlandia presentaron un crecimiento prácticamente idéntico entre 1989 y 2008, a partir de ese año se ha producido una divergencia del 20% en favor de Suecia.
Aunque parezca evidente que el euro ha jugado en contra de la economía de Finlandia, su ministro de Finanzas, Alexander Stubb, no duda en señala que "devaluar la divisa es como el dopaje en el deporte, es un buen impulso a corto plazo, pero termina siendo nocivo con el paso del tiempo". Según explica O'Brien, Finlandia es un buen ejemplo de lo que puede ocurrir cuando se entrega la soberanía monetaria a una institución que vela por el interés de muchos países.
"Finlandia es el ejemplo de que a las economías buenas y que hacen las cosas bien a veces también les pasan cosas malas. Los gobiernos siempre pueden hacerlo mejor, a menos que formes parte del euro, entonces la única solución es aguantar el castigo", sentencia el periodista.