Economía

Tsipras quiere firmar el nuevo rescate y convocar elecciones en otoño

  • El primer ministro heleno sabe que se la juega
El primer ministro griego, Alexis Tsipras. REUTERS

En directo | La crisis griega minuto a minuto. El Parlamento heleno aprobó el último acuerdo de Grecia con los acreedores, y con la más amplia mayoría de todos los tiempos, pero el supuesto ganador Alexis Tsipras salió de este proceso más herido que nunca. Unos 229 diputados votaron a favor de las primeras reformas que pactó Tsipras con Europa, pero ni la mitad de este número proviene de los diputados del gobernante Syriza. Es más, Tsipras contó con el apoyo de unos 110 diputados suyos y 13 de los Anel, un total de 123 diputados; el resto, 106, son diputados de Nueva Democracia, Potami y Pasok. La salida de Grecia del euro costaría más de 227.000 millones.

Y esto ha provocado en Grecia un cierto terremoto parlamentario en un país donde la distinción entre izquierda y derecha ha sido tradicionalmente un punto de referencia. Tsipras se enfrenta a una división muy seria del grupo parlamentario de su partido. Cuenta con 39 diputados rebeldes que se negaron a apoyar el proyecto de ley de el jueves, incluido Yanis Varoufakis, y todo ello a pesar de que incluía requisitos de la Troika para desbloquear la financiación que tanto necesita ahora mismo Grecia. Después de los acontecimientos de el jueves, el primer ministro griego ha diseñado ya la hoja de ruta para seguir adelante.

El primer paso es sin duda la remodelación del Gobierno, que de hecho se estaba esperando que se hiciese el jueves mismo y que, por lo visto, tendrá lugar hoy, viernes. Alexis Tsipras tiene que deshacerse de varios miembros del Consejo de Ministros que no solamente le dieron la espalda en la votación de las primeras reformas en el Parlamento, sino que mantienen a su alrededor un amplio grupo de diputados simpatizantes. El que encabeza la lista de los ministros bajo sustitución es Panayotis Lafazanis, el actual titular de Energía y líder de la denominada Plataforma de Izquierdas, la parte más radical de Syriza que se inclina más hacia el Partido Comunista que al propio Syriza. Tanto Lafazanis como el economista Costas Lapavitsas son también pioneros en Syriza del apoyo a la salida de Grecia de la eurozona y la vuelta a la moneda nacional.

En su lugar, Tsipras piensa colocar gente tanto de las filas de Syriza como también a personajes extraparlamentarios más europeistas, como Fotis Kuvelis. Kuvelis es el exlíder del partido Izquierda Democrática, que fue uno de los tres partidos que formaron el gobierno de coalición junto a Nueva democracia y Pasók el 2012.

No obstante, pase lo que pase con la remodelación del Gobierno, Tsipras no puede reemplazar a los diputados rebeldes, y se tiene que volver a enfrentar con ellos en la votación de la próxima semana, para la aprobación del segundo paquete de requisitos de la Troika. Cabe recordar que en este momento el acuerdo pactado en Bruselas no es aún un acuerdo en sí, sino un pacto para empezar la negociación con el objetivo de que Grecia consiga el tercer rescate. Tsipras tiene que volver a pasar por el Parlamento el 22 de julio y volver a apelar al sentido de responsabilidad de sus diputados y, muy importante, volver a contar con el apoyo de la oposición.

Cuando tenga el sí definitivo, el primer ministro heleno peleará por la reestructuración de la deuda helena, herramienta que le servirá como trampolín para unas hipotéticas elecciones. Los comicios, según sus planes, se celebrarán en los meses de septiembre u octubre.

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