
Parece casi imposible que un economista de izquierdas como Paul Krugman, un organismo oficial como el FMI y un político conservador como Wolfgang Schäuble coincidan el algo tan delicado como es el tema griego. Aunque durante las negociaciones han defendido posturas radicalmente opuestas parece que todos ellos coinciden en la idea de fondo y la que llaman la mejor solución: "Grecia estaría mejor fuera del euro".
Un Krugman contundente
Paul Krugman ha sido el más claro con diferencia en este asunto. El Nobel de economía siempre ha defendido que la soberanía monetaria permite a los países devaluar su divisa para salir de las crisis vía exportación y esquivar las fuerzas deflacionarias.
En uno de sus últimas columnas publicadas en The New York Times decía que "la única vía de escape a esta pesadilla para Grecia era salir del euro". "Muchos analistas creen que si Grecia sale del euro se producirá una devastador pánico bancario y una gran crisis financiera. Pero lo cierto es que esto ya ha ocurrido, los grandes costes de dejar el euro ya han sido pagados, ¿por qué no ir ahora a por los beneficios?", se pregunta el economista estadounidense.
"Si Grecia no hubiera adoptado el euro y siguiera con el dracma... habrían devaluado su divisa estimulando las exportaciones y rompiendo en seco el ciclo deflacionista", Krugman cree que está medidas hubieran permitido a Grecia amortiguar la crisis mejor de lo que lo ha hecho dentro del euro, donde "han sangrado al país con las políticas de austeridad".
Wolfgang Schäuble
Por otro lado aparece el controvertido ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble, quien no ha sido siempre tan claro como Krugman, salvo en las últimas semanas. Parece que en Alemania existe una especie de agotamiento con Grecia y el ministro de Angela Merkel también sostiene que Grecia estaría mejor fuera de la Eurozona.
Hoy mismo ha señalado que muchos economistas no creen que Grecia puede avanzar sin una quita de la deuda, "incompatible con la pertenencia a la unión monetaria", por lo que, si se ve necesaria, "tal vez el mejor camino para el país" sea una salida temporal del euro.
"Nadie sabe cómo puede continuar sin una quita de la deuda y todos sabemos que esa quita es imposible; ésa es la situación", recalcó Schäuble en una entrevista en la cadena de radio pública Deutschlandfunk.
La ambigüedad del FMI
Por último aparece el tercer protagonista a escena, el FMI. Este es el más ambiguo de todos. Desde el Gobierno de Syriza se ha llegado a tachar a este organismo de "criminales", pero por otro lado en algunos de sus informes han defendido que Grecia necesita una quita de deuda de calado con urgencia.
En uno de sus últimos documentos, el Fondo Monetario Internacional ha dejado una opinión, de nuevo, algo ambigua en la que se puede entrever que el euro no funciona en su forma de gobierno actual, y que sin una quita Grecia posiblemente debería salir del euro.
Como publica el diario estadounidense The New York Times, analizando el último documento del FMI: "La principal alternativa a un acuerdo es la salida de Grecia del euro, algo que sería caro para algunos tenedores de deuda helena, pues en caso de que Grecia pudiera repagar estas obligaciones lo haría en un dracma devaluado".
"Si Grecia continúa en el euro necesitará mucha ayuda financiera del resto de miembros del área monetaria", para que el euro funcione se necesita que haya un programa de transferencias fiscales que ayuden a los países a amortiguar los shocks asimétricos, producidos por encontrarse bajo una misma política monetaria con economía muy diferentes.