
El Shangai Composite Index, principal índice de la Bolsa de China, parece haberse vuelto loco. Unos días se desploma y los inversores se dejan llevar por el pánico; otros días rebota con fuerza y la euforia invade a los inversores. La volatilidad domina la renta variable china, pero la tendencia de fondo parece ser bajista, según los expertos. Este desplome de la bolsa en China puede traer consecuencias inesperadas, tanto en lo social como en lo político según alerta Mohamed El-Erian, economista jefe de Allianz y director del Consejo de Desarrollo Global de la Casa Blanca.
El-Erian pidió calma a los inversores estadounidenses ante los fuertes rebotes del índice de Shangai la semana pasada. En un artículo de opinión publicado en Bloomberg, este economista comentó que los inversores debían mantenerse alerta porque ni China ni su renta variable estaba fuerza de peligro. El-Erian acertó y este índice ha caído con fuerza tanto el lunes como el martes, acercándose de nuevos a los mínimos marcados este año.
La situación en China
El-Erian realiza varias consideraciones relevantes sobre China, que pueden explicar cuál es la situación del país y cómo pueden reaccionar los mercados:
-Los precios de las acciones chinas están experimentando una corrección clásica que llega después de una larga tendencia alcista. La corrección del 30% en pocas días vivida por la bolsa china parece espectacular, pero no es nada si se compara con las últimas etapas expansivas de los índices del gigante asiático. En los últimos meses de la tendencia alcista fueron los pequeños inversores los que entraron en el mercado, se subieron a la cresta de la ola, alguno de ellos incluso con posiciones largas apalancadas.
-El desplome de la Bolsa china no es un colapso, es más bien que los mercados funcionan. Sin embargo, las autoridades chinas están interviniendo en el mercado con la intención de corregir lo que consideran un 'fallo de mercado'. De modo que están suspendiendo la cotización de acciones, permitiendo que los fondos públicos de pensiones inviertan en bolsa, etc. para intentar frenar la caída.
-Uno de los mayores amenazas en China es la ralentización del crecimiento económico. Este problema se puede ver acrecentado ante el descenso del 'efecto riqueza'. Los consumidores ven como sus acciones bajan de precio por lo que sus decisiones de consumo e inversión pueden verse truncadas, lastrando el crecimiento económico. Además, la caída de la bolsa puede tener consecuencias sociales y políticas inesperadas. Muchos pequeños inversores están siendo duramente golpeados por el desplome de la bolsa, algunos de ellos ya empiezan a culpar al Gobierno por haberles animado a invertir.
-Las autoridades chinas están dispuestas a utilizar una gran gama de herramientas para controlar la caída de la Bolsa. Inyecciones de dinero que van directas a los mercados, prohibiciones de las posiciones cortas, etc. Pero lo cierto es que estas decisiones no están exentas de riesgo: "Cuanto más interfiera el Gobierno en el funcionamiento de los mercados, mayor será el coste económico futuro para la economía. China es una sociedad que debe caminar hacia un sistema con mayor libertad, un mercado que dirija una transición hacia una sociedad sostenida por la clase media", culmina el economista de Allianz.
Una China diferente
El economista español y catedrático de Economía Aplicada, José María O'kean, explica en la última entrada de su blog que la economía china ha cambiado su estructura económica. Ahora el consumo y la demanda interna han cobrado más fuerza. China se había caracterizado por ser un país exportador, que le permitía tener el mayor superávit por cuenta corriente del mundo. Este escenario ha ido cambiando poco a poco, después de la crisis y varios ajustes la economía china se ha empezado a apoyar más en la demanda interna, mientras que las exportaciones han ido perdiendo peso en el PIB. Este fortalecimiento de la demanda interna ha ayudado que los precios de los activos internos suban.
La caída de la Bolsa puede condicionar el consumo de los chinos, como señalaba anteriormente El-Erian, un descenso del 'efecto riqueza' suele desembocar en un menor consumo de los agentes económicos. Cuando el precio de los activos financieros cae, los inversores sienten que su riqueza es menor por lo que prefieren disminuir su consumo.
En China está coincidiendo el desplome de la Bolsa con una fuerte caída del precio de la vivienda, que es el otro aspecto determinante de la riqueza de las familias. La riqueza inmobiliaria y financiera de los chinos está cayendo junto a la desaceleración económica del país, lo que supone un gran problema para las autoridades del gigante asiático.