
El catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull, Santiago Niño Becerra, cree que la brecha entre ricos y pobres va a seguir creciendo. Los estratos más bajos de la población ya no son necesarios en un sistema productivo que sólo requiere de máquinas y capital humano altamente cualificado.
El catedrático catalán explica en La Carta de la Bolsa que
"las rentas bajas nada o muy poco van a mejorar su situación porque quienes las perciben cada vez son menos necesarios, mientras que los superdirectivos, aunque en menor número, cada vez, lo van a ser más, y los megarricos son los que disponen del capital".
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"Excepto implementar la renta básica muy, muy escaso, pienso, puede hacerse por estas personas que disponen de muy poco: por 'los de abajo' ya que por ley es imposible aumentar la demanda de trabajo. Podría irse a por esos megarricos y superdirectivos a base de una política fiscal que entrase en lo confiscatorio a fin de redistribuir la riqueza, pero desde hace 35 años los tiros no van por ahí, precisamente es justo al revés", explica el catedrático catalán. Los países han emprendido una 'guerra' por atraer capital humano cualificado, dentro de esa guerra la mejor arma es la política fiscal, es decir, un sistema tributario complaciente con ellos.
Ante este panorama, parece evidente que "la distancia entre ricos y pobres va a aumentar. Desde una perspectiva económica esos pobres cada vez son menos necesarios para producir, por lo que la vía para que redujesen su pobreza, el trabajo, crecientemente va a ser más estrecha".
"Por otro lado, por el de los ricos, no se van a poner en marcha políticas fiscales agresivas a fin de garantizar la redistribución porque ya no es necesario que los de abajo prosperen", culmina Santiago Niño Becerra.