
Optimista con los partidos emergentes y crítico con la Administración. Así se mostró ayer el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, que pidió dar una vuelta de tuerca a la estructura del Estado, que sigue pecando de sobredimensionada. "Ha habido falta de coraje y voluntad política para meter mano a la Administración Pública", subrayó.
En un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum, el responsable del Círculo explicó que considera "poco razonable" que haya 8.200 ayuntamientos y ha pedido que se reduzcan a 3.000, a la vez que ha cuestionado la función de las diputaciones y ha criticado la duplicidad e incluso "triplicidades" de competencias en las autonomías.
Un tijeretazo a la Administración acorde con la línea reformista que, defienden los empresarios, debe continuar. Seoane enfatizó en varias ocasiones que aún queda mucho por hacer y que no podemos confiar en la inercia del viento de cola. "Lo dramático sería que se nos ponga el viento de proa antes de que salgamos de esta situación", como ocurrió en 2010, rememoró el líder del Círculo.
Los grandes males del país
En ese sentido, recordó los grandes males del país: la deuda, el déficit y el paro, que "calificó de "insufrible". Al ritmo de creación de empleo actual, tardaremos 4 ó 5 años en alcanzar los 20 millones de trabajadores necesarios para garantizar la sostenibilidad del sistema, calculó. Y no podemos esperar tanto, estimó Seoane, que recriminó "las declaraciones triunfalistas" hechas desde determinadas instituciones.
Frente a ello, insistió, "hay que seguir haciendo reformas". Como la planteada para las pensiones, uno de los pilares -junto a la sanidad- más costosos del Estado de Bienestar. Ante el progresivo envejecimiento de la población, los empresarios creen que la solución pasa por incentivar el ahorro privado a través de un "mixto de capitalización". Es decir, un sistema de pensiones que combine aportaciones obligatorias de los trabajadores a un plan privado de pensiones, mientras que las empresas participen con una parte obligatoria y otra voluntaria.
Seoane también defendió reducir el salario mínimo de los jóvenes sin formación para incentivar la contratación entre las pymes. Una medida que habría que estudiar "aunque sea de forma transitoria", matizó.