
Santander, 16 jun (EFE).- El presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, ha criticado hoy que la reforma fiscal no haya solucionado la carga fiscal que soportan las pequeñas y medianas empresas (pymes), para las que ha pedido un tipo que no supere el 15 % en el impuesto sobre sociedades (en 2016 será del 25 %).
En un curso sobre economía organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), el también vicepresidente de la CEOE ha defendido el acuerdo salarial firmado por los agentes sociales, "que tendrá efectos positivos en inversión, empleo y renta".
A este respecto, ha subrayado la importancia de que persista la moderación salarial con el objetivo de que beneficie la competitividad de las pymes, que así podrán crear más empleo y ofrecer "bienestar" a la sociedad.
También ha abogado por mayores cotas de flexibilidad y que la regulación no perjudique la competitividad y se convierta en un gravamen más.
En su opinión, los obstáculos que ofrece la regulación administrativa para las pymes representan para ellas "extraordinarias dificultades para digerir tantas y variadas normas que ponen en peligro la unidad de mercado".
Preguntado por el desembarco de los nuevos partidos en ayuntamientos y comunidades, Garamendi ha dicho que espera que se reduzcan los impuestos que cobran estas instituciones, como el IBI.
Sobre la preocupación que puede suponer para los pequeños empresarios la nueva situación en algunos ayuntamientos gobernados por coaliciones de varios partidos, admitió que "los gobiernos así son más complicados", pero habrá que ver cómo lo hacen.
También ha asegurado que los gobiernos "fuertes y estables" son fundamentales para el desarrollo económico y pidió "estabilidad" y "responsabilidad" y, en un tono más coloquial, dijo que "los experimentos, con gaseosa".
Y aunque reconoció que "cualquier opción es legítima", confió en que los nuevos gobernantes se lo piensen bien antes de cambiar "cosas que vayan bien".
Preguntado por los cambios en la CEOE tras las últimas elecciones, en las que no logró salir elegido por poco más de veinte votos, aseguró que precisamente se presentó para lograr mayor participación "de las personas en las organizaciones", algo que "poco a poco vamos consiguiendo".
También señaló que algunos directivos de la etapa anterior "no eran los mejores" y que "entre todos" conseguiremos que haya más transparencia, para lo que aseguró que su colaboración con el presidente de la CEOE, Juan Rosell, y su lealtad hacia él es "total".
En cuanto al grave problema que supone la morosidad, aseguró que es un problema "cultural" en España y lamentó que si el dinero que las empresas tienen que dedicar a solucionar ese problema se pudiera destinar a inversiones, eso se traduciría en más empleo.