• "El resultado electoral muestra que en España queda mucho por hacer"
Mariano Rajoy, presidente de España

La aguda crisis de deuda soberana  comenzó a suavizarse hace ya tres años, el precio de los bonos españoles comenzó a subir a la vez que la rentabilidad bajaba hasta alcanzar niveles históricamente bajos. España dejó de coquetear con el rescate y poco a poco los indicadores económicos fueron mejorando. Parece que la crisis es agua pasada, pero no. Los resultados electorales de este fin de semana dejan claro que los efectos de la crisis se mantienen en España, según publica The Wall Street Journal.

El celebre diario financiero estadounidense señala que "España ha sido el mejor ejemplo de un país que ha emprendido reformas y estas han derivado en grandes beneficios para el crecimiento económico. España lidera el crecimiento entre las economías más grandes de la Eurozona con un aumento interanual del PIB del 2,6% en el último trimestre. El desempleo está descendiendo, la balanza por cuenta corriente registra superávit y el déficit público ha caído a la mitad", argumenta dicho periódico.

"España ha hecho reformas de calado, particularmente en el mercado laboral y el sector financiero". Quizá los progresos del país se han visto magnificados por el estancamiento que han sufrido economías como Alemania e Italia, pero los datos son objetivos y parecen positivos.

Sin embargo, parece que la mejora de estos indicadores no se han sentido de una forma clara en la población. Como resultado de este malestar, "las elecciones autonómicas y municipales de este fin de semana han mostrado que los dos partidos que tradicionalmente han ocupado el poder han perdido una parte importante del apoyo. Partidos emergentes como los radicales de Podemos y el partido de centro Ciudadanos se han llevado a los descontentos", explica Richard Barley, periodista The Wall Street Journal.

Las otra cara de la economía

Y es que todos los indicadores que han convencido a los mercados tienen un lado oscuro: "España todavía tiene mucho que hacer. El déficit público continúa entre los más altos de la Eurozona, el crecimiento ha comenzado a depender de la demanda interna que a su vez está desembocando en un fuerte aumento de las importaciones; el superávit por cuenta corriente corre peligro de volver a convertirse en déficit con la recuperación; el desempleo aunque está reduciéndose sigue siendo del 23%".

Estos datos y el sentir de la población han permitido a Ciudadanos y Podemos crecer con fuerza, "aún así PP y PSOE cuentan con el apoyo de más del 50% de los votantes. Eso hace que el riesgo de que España vea un resultado electoral como el de Grecia sea poco probable".

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