
No solo porque sus camisas de cuello abierto colgando fuera de los pantalones y sus chaquetas de cuero le hacen parecer una rock star, sino también por frases incómodas como esta dirigida a la troika: "No tenemos intención de trabajar con una comisión que no tiene razón de existir". Yanis Varufakis, el flamante ministro de Finanzas griego, ha sido rompedor desde su llegada a Bruselas, tanto por las formas como por el contenido de su discurso. Su seguridad en si mismo, su actividad en las redes y su complicidad con los medios de comunicación no han sentado especialmente bien entre sus homólogos europeos.
Varufakis tiene pocos apoyos en el Eurogrupo, pero quien se ha mostrado más claramente molesto desde el principio con su actitud es el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble.
Schäuble es la némesis de Varufakis, es difícil imaginar a dos personas más diferentes. El ministro griego está en excelente forma física, bronceado, mientras su homólogo alemán es más bien pálido y se sienta en una silla de ruedas, consecuencia de un intento de asesinato en 1990. Una imagen que puede parecer frágil, pero que nada tiene que ver con el hombre de hierro de la UE que es Schäuble, experto negociador que además cuenta con el apoyo de la opinión pública de su país. El ministro alemán tiene fama de ser un negociador terco, inflexible cuando se trata de defender la austeridad, y de apegarse a sus principios. Ha estado jugando el papel de viejo gruñón desde hace años.
Para Yanis Varufakis, el euro es una moneda defectuosa. Para Schäuble, es su legado. La indiferencia con que sus colegas griegos recién elegidos quieren atropellar los acuerdos de la UE irrita profundamente al alemán.
Consciente de las malas relaciones de su ministro de Finanzas con el resto de socios europeos, Tsipras ha decidido retirarle de la primera línea. En su lugar, el economista Euclides Tsakalotos es ahora el encargado de ejercer de poli bueno en las negociaciones de la deuda. Sus ideas son tan radicales como las de Varufakis, pero su tono es mucho más discreto y conciliador.