
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, reconoció este martes que la actividad económica del país se contrajo un 2% en los tres primeros meses del año, dejando notar el efecto de las sanciones por la anexión de Crimea y el desplome en los precios del crudo.
Sin embargo, "en esta nueva realidad", a sus ojos lo peor parece haber quedado atrás. Según explicó a los miembros de la cámara baja del Parlamento moscovita, la tendencia bajista se agudizó a finales del año pasado pero ahora parece estabilizarse.
Aún así, las sanciones impuestas por Occidente tras la anexión de Crimea en 2014 y la intensificación del conflicto ucraniano redujo las exportaciones al extranjero en alrededor de 25.000 millones de euros, el equivalente al 1,5% del PIB. El primer ministro reconoció que esta cifra todavía podría "subir varias veces" a lo largo de este año. Medvédev aprovechó la ocasión para comparar la situación con "la reunificación de Alemania o la vuelta a China de Hong Kong y Macao. Para el político "el retorno de Crimea a Rusia" supuso "la mayor decisión política" del año pasado.
"La presión externa tanto a nivel político como económico es el precio que pagamos por nuestra posición", afirmó, mientras reconoció que tanto las autoridades como la población entienden que no existe otra salida más que enfrentar los retos. "No hay prácticamente un solo sector de la economía que no se haya visto afectado por algunas de las medidas políticas, que abarcan desde el ámbito financiero, incluyendo límites al acceso a crédito externo, hasta la importación de tecnologías", reconoció el primer ministro. La economía del mayor exportador energético del mundo sufre su primera recesión desde 2009 tras las fuertes caídas del precio del petróleo, que desde el pasado junio han caído a la mitad.
Las previsiones
A ello habría que sumar la baja sufrida por el rublo, cuyo valor descendió hasta un 46% el año pasado, generando así la peor crisis de la divisa rusa desde 1998. Ahora, la economía de Moscú parece estar adaptándose poco a poco a un tipo de cambio más volátil mientras su déficit presupuestario se mantiene en niveles seguros, aclaró Medvedev, quien reiteró que Rusia no se enfrenta "al peor escenario posible".
El Banco de Rusia afirmó que si el precio del crudo se mantenía en los 50 dólares el barril, su economía podría contraerse este año hasta un 4%. El Banco Mundial les augura dos años de recesión, cuya economía se contraerá un 3,8% en 2015.
Estas previsiones se cumplirán si los precios del barril se mantienen por debajo de los 53 dólares y Occidente mantiene las sanciones por la anexión de Crimea y la injerencia militar en Ucrania. Precisamente, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que en dos años, en el peor de los casos, la economía rusa saldrá de la actual crisis económica, que comenzó a hacerse sentir a finales de 2014.
Tensión por Ucrania
Las Fuerzas Armadas de EEUU iniciaron la formación militar de pequeñas unidades de la Guardia Nacional de Ucrania, a pesar de que Rusia advirtió de que esta colaboración podría contribuir a una nueva desestabilización. El presidente ruso, Vladimir Putin, negó el pasado jueves que su Gobierno proporcione soldados o armas a los rebeldes ucranianos.