Economía

El BCE, la entidad donde el chantaje cumple las normas

Mario Draghi

Las voces críticas han acusado a la institución de 'extorsión' con decisiones que han puesto a Atenas contra las cuerdas. Draghi se ajusta a las normas, pero se olvida que también es el banquero central de Grecia.

"Permítame que discrepe con casi todo lo que ha dicho", fueron las palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, a la pregunta de Marisa Matias, una eurodiputada del partido portugués Bloco de Esquerda que cuestionó las actuaciones de la entidad con Grecia. En su intervención ante el Parlamento Europeo del lunes, Draghi dejó claro que "el BCE no está chantajeando a Grecia, es una institución de normas y lo que hace es cumplir su tratado", justificó. Sin embargo, estas normas han servido para poner a Atenas contra las cuerdas durante la negociación con sus socios europeos para firmar un nuevo paquete de ayudas.

Tres han sido las decisiones que ha adoptado el BCE y que están en el foco de las dudas. La primera fue, el 22 de enero, uno de los días más importantes de la historia de la entidad, en el que anunció un programa histórico de compra de bonos soberanos de todos los países... salvo de Grecia. La entidad introdujo una cláusula que dejaba fuera a los bonos helenos hasta julio: no compraría más de un 33 por ciento de la deuda de un emisor ni más de un 25 por ciento de una emisión. Como la entidad ya tenía muchos títulos griegos, se quedaban fuera por un tiempo, en concreto, hasta que hubiesen pasado las elecciones y se hubiese aprobado otro rescate.

Golpe al corazón financiero

Tras la victoria de Syriza, las negociaciones para ampliar el rescate se complicaban. Las declaraciones entre Atenas y Bruselas ardían en la prensa a medida que sus posturas se alejaban. El BCE dio su siguiente paso que supuso una gran presión para Atenas: retiró la excepción que permitía a los bancos griegos utilizar la deuda pública helena como colateral para operaciones de liquidez. En otras palabras, las entidades griegas acudían a Fráncfort con bonos soberanos y el BCE se los descontaba y les daba el dinero correspondiente. La entidad suspendió esta excepción el 5 de febrero y justificó la decisión en que "se ajusta a las normas de la entidad". Para entender esta norma hay que retroceder hasta la fecha de su aprobación, en 2010, cuando Grecia perdió el grado de inversión y cayó a ser bono basura. El BCE decidió entonces adoptar esta excepción (waiver) para no cortar la liquidez a los bancos helenos.

En la redacción de esta normativa, la propia entidad expuso que "el BCE debe vigilar de cerca que el Gobierno griego implemente todos los ajustes económicos y financieros del programa". Por este motivo, durante las negociaciones para un nuevo rescate se suspende la excepción, como ocurrió en 2012. ¿Qué chantaje puede haber al cumplir la norma? Es sencillo, la norma puede ser el chantaje y es lo que critican muchos expertos. El desarrollo de este reglamento y sus cambios corresponden a la entidad, como dicta la normativa: "se aplicará temporalmente mientras el BCE considere su aplicación". Al final, se trata de una norma discrecional que lleva el chantaje implícito: fuerza a Grecia a plegarse a Bruselas.

Con la soga al cuello

Después de retirar esta excepción, que favorecía a Grecia, el presidente del país, Alexis Tsipras, advirtió que el país estaba "con la soga al cuello" y que era el BCE el que la sujetaba. Para contrarrestar el impacto de esta decisión, la entidad elevó el montante de liquidez de emergencia que concede a sus bancos hasta 71.000 millones.

Esta semana, Fráncfort dio otra puntilla a Grecia después de prohibir a los bancos que compren más deuda del país. Si bien es cierto que, como supervisor, el BCE tiene que asegurar la estabilidad del sistema financiero, pero una vez más la decisión ha vuelto a ser objeto de debate: ¿prudencia o una nueva vuelta de tuerca contra Atenas?

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