
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se comprometió tras su reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, a cumplir con los acuerdos del programa de rescate, pero sin renunciar a las necesidades sociales de Grecia. En una comparecencia conjunta ante la prensa, ambos líderes mostraron voluntad de acuerdo aunque no dejaron de defender sus posturas.
La de ayer era la primera visita oficial del primer ministro griego a Berlín y fue recibido con honores militares antes de reunirse con Merkel en un encuentro que empezó a las cinco de la tarde y se alargó hasta después de cenar. Europa esperaba con mucho interés esta reunión, "quizás la última oportunidad para reparar la relación rota entre los dos países" publicaba ayer la revista alemana Der Spiegel.
Los dos líderes se esforzaron para mostrar un tono conciliador. "Tenemos que entendernos mejor", dijo Tsipras, y remarcó que "no hay otro camino que el diálogo para superar las dificultades existentes". Merkel destacó las "relaciones estrechas y amistosas con Grecia" y manifestó que la elaboración de propuestas de Grecia le compete a la eurozona y no a Alemania, una idea que el Gobierno alemán ha subrayado en varias ocasiones y que ayer mismo reiteraba su portavoz, Steffen Seibert: "Los compromisos de Grecia no se han firmado solamente con Alemania, sino que han sido pactados con toda la eurozona. Por tanto, si hay algo que discutir, el foro adecuado para hacerlo es el Eurogrupo, no una reunión bilateral entre nuestros gobiernos".
Superar estereotipos
"Ni los griegos son perezosos, ni los alemanes tienen la culpa de todos los males y abusos en Grecia. Tenemos que trabajar duro para superar estos terribles estereotipos", dijo Tsipras. El mandatario reconoció que "También hay causas internas de la enorme crisis en Grecia".
Sin embargo, se mantuvo firme en su crítica a los programas de ayuda, de los que dijo que "no han sido ningún éxito, sino que han tenido un impacto devastador en nuestra economía", aunque se comprometió a una "importante reforma estructural en Grecia".
Para Tsipras es especialmente importante combatir la evasión fiscal y la corrupción en Grecia: "Hay quienes pagan los costes de la crisis, que aún no han hecho su contribución", argumentó. En este sentido, pidió ayuda a Alemania, de quien espera obtener cooperación judicial en la lucha anticorrupción.
Angela Merkel explicó que el objetivo común de ambos países es que "Grecia vuelva a crecer económicamente y supere problemas como su alto desempleo, especialmente el desempleo juvenil, para llevar adelante las reformas a que está comprometida".
La reunión entre los dos líderes llega en un momento difícil. Desde que la UE concediera a Grecia su primera ayuda en mayo de 2010 y le impusiera una dura austeridad, las relaciones se han ido deteriorando, especialmente desde la llegada al poder de Syriza en enero.
Uno de los desacuerdos es la petición a Alemania de reparaciones por la II Guerra Mundial. Al respecto, Tsipras dijo que es una cuestión "ética y moral" y es necesario trabajar unidos para "reparar a Grecia por la ocupación nazi". Merkel respondió que es consciente de las "terribles condiciones que se impusieron a Grecia entonces".