
En los cinco años de crisis que van de 2008 a 2013, España perdió 10.236 sociedades no financieras que facturaban a partir de 6,01 millones de euros al año, que es el requisito que Hacienda emplea para incluirlas en el censo de grandes empresas de la Agencia Tributaria.
En detalle, si en el primer año de la crisis oficial había 36.763 compañías que declaraban al fisco 6,01 millones de euros o más, en 2013 tan solo existían 26.527 sociedades con esta consideración. Es decir, una reducción del -27,8%, según se desprende del último informe Ventas, Empleo y Salarios en las Grandes Empresas, publicado por el Ministerio de Hacienda.
La magnitud de la pérdida fue todavía bastante considerable en 2013, último ejercicio del que existen cifras, ya que la disminución del número de grandes empresas fue del 5,4% en tasa anual. Se trata de un descenso que agranda en tres puntos y medio el también retroceso experimentado en 2012 (-1,9%) y ahonda en casi cinco puntos la pérdida de grandes contribuyentes encajada en el año 2011.
Hacienda advierte de que, debido a que el dato que se toma en consideración es el de la facturación del año anterior, la variación del número de empresas responde con un año de retraso a la situación económica general. Eso no impide, en todo caso, que el descenso del 5,4% registrado en 2013 sea un dato negativo, sin paliativos.
Claves en el tejido empresarial
En la práctica, el hecho de que ahora haya 10.236 grandes empresas menos que antes del estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera no significa, por supuesto, que esas compañías hayan desaparecido ni que registren pérdidas. No obstante, se trata de un guarismo que ilustra la merma en la cifra de negocio provocada por la recesión, ya que para determinar el volumen de operaciones de las compañías, Hacienda utiliza los datos de tributación por el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
Además, las grandes empresas son decisivas para la robustez del tejido productivo español: aunque sólo representan el 0,8% del total de los declarantes de IVA, su peso en la facturación global empresarial supera el 67%. En el caso de las exportaciones, el porcentaje es todavía mayor y estas firmas son responsables del 83,3% de lo que España vende en el exterior.
Las grandes empresas son claves para España por otra razón: representan casi exhaustivamente actividades como el refino de petróleo, la electricidad, la construcción de vehículos, el transporte aéreo o el transporte por ferrocarril. Además, se caracterizan por su fuerte vinculación con el exterior, tanto por su especialización exportadora -que las convierte en especialmente sensibles a la coyuntura externa- como por el volumen de compras que tienen su origen en la importación.
En cuanto a la evolución de las ventas, también éstas disminuyen por mor de la crisis: el -2,8% en tasa anual en el ejercicio 2013, medidas a población constante. Se suaviza, por tanto, la caída del -3,8% que habían experimentado un año antes. Y, aunque aún se hallan lejos de alcanzar el umbral positivo de crecimiento, lo cierto es que las grandes firmas parecen haber dejado atrás lo peor de la crisis, cuando, por ejemplo en 2009, su cifra de ventas se despeñó más del 16% interanual.
Inscritas en Seguridad Social
Al cierre de diciembre de 2014, el número total de empresas que figuraban inscritas en la Seguridad Social -sin tener en cuenta su tamaño- era de 1.255.613, lo que supone un leve incremento del 0,8% con respecto al mismo período de 2013.
Ahora bien, de ellas, tan sólo 3.896 sociedades tenían una plantilla superior a los 250 empleados, y podían por tanto ser consideradas grandes empresas, de acuerdo con los criterios que aplica la Comisión Europea.
Los datos de la Seguridad Social muestran también cómo España ha destruido 76.477 empresas en los últimos seis años. La peor parte, en números absolutos, se la llevan las compañías de pequeño y mediano tamaño, que son las que más acusan la crisis en la estructura productiva.
En cuanto al impacto de la desaparición en las grandes empresas, fue del 18% en el rango de los 250 a los 499 empleados: si al cierre de 2008 había 2.592 sociedades de este tipo, en diciembre de 2014 tan sólo quedaban 2.126. Algo menor fue la mortalidad de las compañías con plantilla a partir de 499 trabajadores: se redujeron el 16%, desde las 2.110 empresas en 2008 a las 1.770 actuales.