
El déficit de la Generalitat de Cataluña durante 2014 fue de 4.200 millones de euros, lo que supone el 2,13% del PIB catalán y más del doble del objetivo fijado por el Gobierno central para el año pasado, el 1%. El conseller de Economía catalán, Andreu Mas Colell, adelantó estas cifras en una entrevista en Catalunya Radio para criticar el reparto de déficit entre Estado y autonomías que ha realizado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. "Es injusto e ilegal", aseveró Mas Colell.
Sin embargo, la cifra oficial de déficit no se conocerá hasta finales de este mes de marzo, cuando el propio Montoro anunciará el reparto por autonomías. Según algunas fuentes, el déficit catalán en 2014 podría elevarse incluso hasta el 2,54 por ciento si la Intervención General del Estado considera que se han de añadir otras operaciones, como los 250 millones de deuda que el Gobierno catalán ha tenido que asumir como consecuencia del rescate de la autovía C-17, gestionada por Cedinsa y financiada a través de un peaje en la sombra.
Mas Colell argumentó que en 2014 la Generalitat fue muy escrupulosa con las partidas de gasto. "Hemos cumplido casi con exactitud el gasto de 2014 en que sólo hemos gastado 47 millones de más", señaló. En el origen de ese pequeño decalaje se encuentra la desviación del presupuesto de sanidad (682 millones), una partida que no se pudo compensar con a la reducción de los gastos financieros, que, gracias a la mejora de los tipos de interés, se redujo en 468 millones.
Según el conseller, el problema de Cataluña se ha producido en los ingresos que no alcanzaron los niveles previstos. "Nos hemos quedado cortos por un valor del 1 por ciento del PIB porque los proyectos de venta de patrimonio o concesiones se han quedado cortas, nos han faltado 1.900 millones de euros", explicó. En este sentido, el mayor desfase se produjo por la imposibilidad de cerrar antes de final de año la titulización del Canon del Agua, una compleja operación que, de cerrarse con éxito, hubiera supuesto a la Generalitat un ingreso adicional de 850 millones. Otra partida que no alcanzó el objetivo marcado fue la venta de inmuebles propiedad de las administración.
Mas Colell también criticó que el año pasado "la Generalitat recibió 600 millones menos desde el Ministerio" ya que el Gobierno central subestimó los ingresos presupuestarios y eso ha acabado afectado al reparto a las autonomías.
Finalmente, indicó que el actual modelo de financiación catalán es totalmente inadecuado y afirmó que "lo que está estrangulando a la Generalitat es la asimetría de la distribución de los objetivos de déficit y la política de asfixia en financiación" que está aplicando el Gobierno en los últimos ejercicios. También recordó que por ley, el sistema "no debería estar vigente" ya que debería haber sido revisado hace dos años.
Pese a estas críticas, el conseller no se mostró partidario realizar ahora un cambio de modelo de financiación tal como pretende el Gobierno. "El momento de hacer este nuevo modelo no es tres meses antes de las elecciones generales y con la pretensión de cerrar el tema para los próximos cinco años", aseguró. "Cataluña no se venderá por un nuevo sistema de financiación", sentenció.
Recorte de gasto en 2015
El responsable de las finanzas catalanas también se refirió a las cuentas catalanas para 2015, recientemente aprobadas por el Parlament. Pese al incumplimiento del objetivo de déficit el año pasado, Mas Colell aseguró que este ejercicio no se practicarán recortes adicionales puesto que la prioridad es mantener el gasto.
Reconoció que "si el Ministerio se lo propone nos puede hacer imposible cumplir el presupuesto de gasto. ¡Que se atrevan!", pero también admitió que ve poco probable que esa situación suceda ya que de esas cuentas dependen los servicios públicos de los catalanes.