Economía

La devaluación del bolívar golpea las cuentas de las firmas españolas

El impacto es de 400 millones para Telefónica y de 180 millones para IAG.

La grave crisis económica que atraviesa Venezuela y las decisiones que al respecto está tomando el presidente del país, Nicolás Maduro, están teniendo un fuerte impacto en las cuentas de las empresas españolas allí presentes. Es el caso, entre las compañías cotizadas, de empresas como Telefónica, IAG, BBVA y de Mapfre.

Aunque hay también otras muchas que sufren también la constante pérdida de valor de sus activos fijados en la moneda local, lo que unido a una hiperinflación del 68,5 por ciento en el último año, la más alta del mundo, ha convertido a la economía del país caribeño en un cóctel molotov. No resulta extraño así que haya empresas que hayan iniciado ya su retirada, como Leche Pascual, y que otras, como Inditex, prefieran actuar a través de un socio local o franquiciado.

El pasado 10 de febrero Venezuela modificó el sistema cambiario y estableció tres tipos distintos: el Cencoex, reservado para bienes de primera necesidad, como alimentos y salud, fijado en 6,3 bolívares por dólar; el Sicad (I y II), que se fija en 12 bolívares y el nuevo Simadi (Sistema Marginal de Divisas), que establece una fluctuación libre. Con este nuevo sistema el Gobierno de Maduro pretende reducir el mercado negro, aunque comprar un dólar cueste ahora más de 172 bolívares. En cualquier caso, la legislación venezolana establece, dependiendo de determinados requisitos, quienes pueden acudir a cada uno de los tres tipos de cambio.

Telefónica cambia de rumbo

El 16 de febrero, Telefónica informó que había tomado la decisión de "cambiar voluntariamente" el tipo aplicado en Venezuela para los resultados de 2014, pasando de los valores de Sicad I, utilizado hasta la fecha, a valores Sicad II, más ortodoxo desde el punto de vista financiero, aunque ello tuvo un impacto en sus cuentas. La última subasta de éste sistema, antes del cambio monetario, se estableció en 50 bolívares. La operadora anunció con ello que sus resultados se habían visto afectados por la depreciación del bolívar, con una rebaja de su beneficio de 399 millones de euros y un impacto en sus activos financieros de 1.231 millones, con lo que la caja de su filial venezolana se queda al cierre del ejercicio con 390 millones.

La buena noticia es que el nuevo ajuste de divisas permite a la operadora reducir el peso de Venezuela en los ingresos globales, pasando del 6 por ciento de 2013 al 1 por ciento en 2014, el mismo nivel que tiene por ejemplo Ecuador y sólo por delante de Uruguay. Pese a los disgustos sufridos por Telefónica en Venezuela , la compañía española ha reiterado su intención de mantener los planes de inversión en el país, lo que significa contribuir en el desarrollo de las telecomunicaciones en Venezuela , lo que incluye el lanzamiento de la telefonía de Cuarta Generación (4G), tras la reciente adjudicación de espectro.

En la misma línea que Telefónica, IAG anunció ayer también que había tenido un cargo excepcional neto en el beneficio de operaciones de 361 millones de euros en 2014: 260 millones derivados de los gastos de reestructuración de Iberia y un cargo de 180 millones de euros por diferencias de cambio relacionado con los fondos mantenidos en Venezuela y que no se pueden repatriar, compensado eso sí parcialmente por la reversión del deterioro de la marca de la aerolínea española por importe de 79 millones de euros. En los resultados de los nueve primeros meses del año, el hólding dirigido por Willie Walsh ya realizó un cargo extraordinario de 82 millones por la depreciación del bolívar.

Ante la actitud del Gobierno de Venezuela , Iberia ha ido adaptando su relación comercial con el país caribeño en función del hermetismo del Ejecutivo de Maduro. Así, desde la pasada primavera de 2014 se redujeron las frecuencias de vuelos entre Madrid y Caracas. Si tradicionalmente era uno diario, ahora se han reducido a 4 o 3 a la semana, dependiendo de la época del año. Paralelamente, se dejaron de vender billetes allí, para evitar que el pago sea en bolívares y aumente la cantidad de dinero retenido. Ahora se obliga a que se compren esos billetes en euros.

Otros afectados

Entre las empresas españolas afectadas por los vaivenes de la economía venezolana figuran también BBVA, Mapfre o Repsol, entre otras. El banco que preside Francisco González tuvo un beneficio de 162 millones de euros el pasado ejercicio en Venezuela. Es un 55,9 por ciento menso que en 2013, aunque sería sólo un 19 por ciento a tipos de cambio constante. El BBVA, en cualquier caso, no anunciará hasta el cierre del primer trimestre el impacto del tipo de cambio en sus cuentas. Tampoco lo ha hecho Mapfre, que tuvo en el último ejercicio unos ingresos en Venezuela de 1.063 millones, un 1 por ciento más.

Repsol, por su parte, tiene en Venezuela el 10 por ciento de su producción, pero el impacto en sus cuentas es nulo. Las empresas petroleras y gasistas se acogen al tipo de cambio Cencoex, el mismo que el de los alimentos, del 6,3 por ciento, y además la empresa que preside Antoni Brufau comercializa todo el crudo en dólares. El año pasado si hubo, sin embargo, un coste de 158 millones en el valor de los activos por un devaluación del 4,3 al actual 6,3 por ciento que marca el tipo Cencoex.

A nivel internacional, otras grandes multinacionales, en su mayoría estadounidenses, han tenido que corregir también el valor de sus activos en Venezuela , para adaptarlo a las condiciones más realistas de aquel mercado. Es el caso de Ford Motor, Pepsi Co, Kimberly Clark, Schlumberger o Praxair, entre otras.

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