Economía

Secretario CES aboga por combatir efectos perversos globalización

Sevilla, 5 sep (EFECOM).- El secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), John Monks, abogó hoy por un movimiento sindical fuerte para "combatir los efectos perversos" de la globalización económica, como la precariedad laboral, y también apostó por abolir los paraísos fiscales.

En rueda de prensa con motivo de un seminario sobre coordinación de la negociación colectiva, organizado por la CES y que se desarrolla en Sevilla, el secretario general de la mayor organización sindical europea explicó que en el encuentro se intenta buscar respuestas efectivas al carácter trasnacional del capital, ya que "no conoce fronteras", apostilló.

Los sindicatos tienen que enfrentarse a esa "movilidad del capital" para luchar contra los "efectos perversos" de la globalización económica, y que está suponiendo en términos laborales bajos salarios y alta precariedad y siniestralidad, indicó.

Se trata, explicó el dirigente sindical europeo, de que los trabajadores estén en "pié de igualdad" con el capital y que puedan tener protegidos sus derechos con independencia del domicilio social de la empresa.

"Es importante que los sindicatos estén donde está el poder de la toma de decisiones", remarcó.

Indicó que los sindicatos europeos han dado ya pasos en ese sentido y "no parten de cero", ya que más de 500 empresas en la Unión Europea tienen comités de empresa europeo y en Bruselas se han alcanzado sesenta acuerdos sociales entre las instituciones comunitarias y las centrales sindicales sobre asuntos como seguridad laboral e igualdad de oportunidades.

Entre las empresas que operan en Andalucía y que tienen comités europeos se encuentran EADS-CASA, Renault, Zara, Carrefour, Ikea, Heineken, ASA y Endesa.

Sin embargo, admitió que hay que avanzar en "combatir los excesos de la globalización" y en reducir las diferencias salariales entre los trabajadores.

Apuntó que, en Europa Occidental, las diferencias salariales se han reducido mucho en España y en Irlanda respecto a Italia, Reino Unido y Alemania, pero hay diferencias "considerables" con los nuevos países miembros de la UE, si bien las subidas en esos países están en torno al seis o siete por ciento anual frente al tres por ciento de la zona Occidental.

Afirmó que el objetivo sería que todos los trabajadores europeos tengan el mismo nivel de protección, pero admitió que es "no es realista", si bien apostó por que "ninguna empresa, región o país pueda hacer dumping con los salarios más bajos".

Abogó por que haya normas comunes sobre el acceso a la información, la representación de los trabajadores y la seguridad laboral y en materia salarial dijo que es un asunto a resolver a "más largo plazo". EFECOM

avl/ja/mdo

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