Han aparecido las primeras voces críticas con el nuevo Gobierno heleno desde el este de Europa. Una zona mucho más pobre que Grecia en términos de renta per cápita y que ve con indignación cómo desde Atenas se pretende reestructurar una deuda que ha sido financiada, en gran parte, con fondos europeos que se podrían haber usado para ayudar a los países del este.
El nombramiento del académico radical Yanis Varoufakis como ministro de Economía, quien catalogó una vez las políticas de austeridad alemanas de "asfixia fiscal", ha terminado de confirmar que Grecia va a por la quita. Poco después, el primer ministro griego Alexis Tsipras lanzó un nuevo golpe criticando un comunicado de la Unión Europea que advertía a Moscú de nuevas sanciones, un claro acercamiento a Putin y un alejamiento de la Unión Europea y de la Eurozona, que han prestado miles de millones al país heleno durante la crisis.
Cada día está más claro que Grecia va a dejar de cumplir con sus obligaciones y reestructurará su deuda, una decisión que hasta ahora había indignado a Alemania y otros países alineados con la austeridad, pero que ahora también ha comenzado a incomodar a algunos países del este de Europa, que son mucho más pobres que Grecia en términos de renta per cápita que tienen que seguir cumpliendo con sus obligaciones financieras.
Tal y como publica Bloomberg, a pesar de la crisis que está soportando el país heleno, la renta per cápita de Grecia es de unos 22.000 dólares, una cifra elevada si se compara con la de Albania (4.000 dólares), Macedonia (5.000 dólares) o incluso Bulgaria, que pertenece a la Unión Europea y cuya renta per cápita es de 8.000 dólares.
Críticas desde Sofia
Ruslan Stefanov, director económico del Centro para el Estudio de la Democracia en Sofia, explica que lo que pretende hacer Grecia no se puede entender desde Bulgaria: "Es muy difícil hacer comprender a un trabajador de Bulgaria que tiene que entregar parte de sus impuestos para ayudar a la población de Grecia que es mucho más rica".
"Si se gasta dinero en Grecia de esta forma, se debería gastar más dinero en Bulgaria y otros países del este. Este argumento está comenzado a ser utilizado por los políticos de nuestro país", asegura Ruslan Stefanov.
Y es que Grecia es perceptor neto de las ayudas que concede la UE a la agricultura o las regiones más pobres de la Unión Europea. Esto quiere decir que los ciudadanos griegos reciben más fondos de lo que pagan para contribuir al presupuesto comunitario. Stefanov explica que "entre 2014 y 2020 Grecia va a recibir más de 17.000 millones de euros en ayudas de la UE".
Desde los países del este se entiende que Grecia ha sufrido más que el resto de países la crisis. Un retroceso real del PIB del 25%, un desempleo del 26%, un sector privado menguado y un sector público arruinado. Pero a pesar de todo, Grecia es un país rico si se compara con el resto de países del este que pertenecen a la Unión Europea, como puede ser el caso de Rumanía, Hungría o la propia Bulgaria.
Por eso, a estos países les cuesta entender que se haya dedicado tanto dinero al rescate de Grecia, y que además ahora los nuevos gobernantes griegos quieran reestructurar su deuda mientras en algunos países del este aún existes algunos problemas estructurales económicos graves.